El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dijo el lunes que Ecuador busca poner fin a su asilo en la embajada en Londres y entregarlo a Estados Unidos, citando como prueba la nueva serie de reglas que regulan su residencia en la legación diplomática de la nación andina.
Assange habló desde la embajada ecuatoriana en la capital británica vía teleconferencia, en la primera audiencia de un proceso que se celebra en Quito y fue iniciado por su equipo legal contra el gobierno ecuatoriano.
La demanda objeta las reglas creadas recientemente sobre las condiciones de su asilo, que requieren que pague sus facturas médicas, sus llamadas telefónicas y la limpieza relacionada con su gato.
Durante la audiencia, Assange dijo que la s normas son una señal de que Ecuador intenta expulsarlo, al tiempo que aseguró que el presidente Lenín Moreno ya ha decidido poner fin a su asilo, aunque no ha dado aún la orden de manera oficial.
Sus comentarios provocaron que el máximo abogado del gobierno del país sudamericano, Iñigo Salvador, le interrumpiera y le advirtiera en contra de hacer declaraciones políticas durante el proceso.
Funcionarios judiciales dijeron a los periodistas que no podrían grabar ningún comentario realizado durante la audiencia.
Salvador no respondió de forma directa a las acusaciones de Assange, pero la semana pasada dijo a periodistas que el fundador de WikiLeaks puede quedarse en la embajada con las nuevas reglas. También comentó que Reino Unido garantizó en agosto que Assange no será extraditado si deja la embajada, donde vive desde 2012.
Assange se refugió en la embajada después de que tribunales británicos ordenaron su extradición a Suecia para enfrentarse a un interrogatorio en un caso de agresión sexual. Aunque este proceso ha sido desestimado, sus seguidores temen que pueda ser extraditado a Estados Unidos si abandona la misión diplomática.
WikiLeaks, que publicó secretos diplomáticos y militares estadounidenses cuando Assange estaba al mando, enfrenta una investigación por parte de un gran jurado en Estados Unidos.
La semana pasada, las autoridades ecuatorianas anunciaron el fin de su práctica anterior de dialogar con las autoridades británicas sobre la situación de Assange. Así, el ministro de Relaciones Exteriores José Valencia dijo a Reuters que el gobierno ya no intercederá en nombre de Assange, citando la frustración generada por la demanda.
lsm