St. Bernard de Lacolle, Quebec.— El tema migratorio no está en debate en Canadá. La imagen de un país acogedor y que da la bienvenida a los inmigrantes no entra en discusión, más allá de propuestas políticas de los muchos vacíos legales de su sistema migratorio meritocrático, y el intento de ajustar una política de asilo muy generosa. Sin embargo, el Partido Popular Canadiense (PPC), una escisión ultraderechista del Conservador de Andrew Scheer, ha tratado de ponerlo en primera página, utilizando retóricas y tácticas que calcan las que se viven en Estados Unidos con el republicano Donald Trump.
Entre ellos se coló un ultra con una máscara de luchador mexicano con una bandera de México en la frente, que confesó habérsela puesto simplemente para ocultar su identidad. Quizá sin tener en cuenta el mensaje esquizofrénico que estaba transmitiendo. Acordonados por una fuerte presencia policial, a escasos metros se manifestaron activistas proinmigrantes. En la zona de la protesta está Roxham Road, uno de los cruces de indocumentados más activos de la frontera entre Estados Unidos y Canadá, que ayer estaba bloqueado por un par de coches de policía que impedía el paso hasta el punto exacto que divide ambos países.