París.- Francia registró este miércoles un nuevo récord diario de contagios de Covid-19 con 335 mil, después de los 271 mil 686 comunicados la víspera, mientras siguieron también aumentando las hospitalizaciones, que no obstante están en niveles por ahora claramente inferiores a los de olas precedentes.
Antes de que el organismo de sanidad pública hiciera públicas las cifras de la jornada, el ministro de Sanidad, Olivier Véran, avanzó esa cifra de 335 mil nuevos casos de coronavirus durante el debate ante la Asamblea Nacional de un proyecto de ley para imponer un certificado de vacunación en lugar del certificado sanitario.
Véran justificó ese proyecto de ley, que si se adopta como quiere el gobierno la semana próxima obligará a tener la pauta de vacunación completa para una multitud de actividades sociales como tomar algo en un bar o en un restaurante, ir al cine, a un espectáculo, a un teatro o viajar en transportes públicos de largo recorrido.
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El ministro hizo hincapié en que las personas que no están vacunadas tienen un riesgo 20 veces mayor de acabar en las unidades de cuidados intensivos que el resto.
Hoy había 20 mil 688 personas hospitalizadas por coronavirus en Francia y 3 mil 695 en las ucis, lo que supone un incremento respecto al martes, cuando eran 20 mil 186 y 3 mil 665, respectivamente.
En cualquier caso, esas magnitudes están muy lejos de los récords absolutos de 33 mil 500 hospitalizados a que se llegó a mediados de noviembre de 2020 y de los más de 7 mil 100 enfermos en las unidades de cuidados intensivos que hubo a comienzos de abril de ese mismo año.
La tasa de incidencia del coronavirus en siete días en Francia ha superado el listón de los mil 850 casos por cada 100 mil habitantes desde el 1 de enero, el último día para el que hay cifras oficiales.
El número de muertos también ha ido en aumento. El martes se comunicaron 351, cuando hasta el 31 de diciembre en la semana precedente se habían contabilizado 1.249 fallecimientos.
La actualidad sobre el Covid en Francia ha estado marcada en las últimas horas por las palabras del presidente, Emmanuel Macron, que en una entrevista al diario Le Parisien mostró su voluntad de poner toda la presión sobre los no vacunados, al decir que tiene muchas ganas de fastidiarlos y para ello utilizó un verbo coloquial, "emmerder", que también puede traducirse por molestar o fastidiar.
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Esa expresión provocó una fuerte reacción, con críticas desde la oposición política y un bloqueo de varias horas en la Asamblea de la tramitación de su proyecto de ley sobre el certificado sanitario.
Su primer ministro, Jean Castex, trató de justificar ese polémico término utilizado por Macron, al señalar que "hay un problema con los ciudadanos que rechazan vacunarse. No es insultar a nadie. Es la realidad que ha querido recordar el presidente de la República".
Ese problema de los no vacunados, según Castex, es que por su decisión de no vacunarse hacen correr más riesgos de contaminar a otros y de colapsar los servicios sanitarios.
Más allá de la polémica, el primer ministro hizo un llamamiento a los diputados para que sigan adelante con el examen del proyecto legislativo e hizo hincapié en que "la vacunación es y sigue siendo nuestra arma esencial y vamos a seguir favoreciéndola".
agv