Washington.— Donald Trump es “abrumadoramente culpable” del delito de incitar a la insurrección y exonerarlo implica que actos de violencia, como el ocurrido el pasado 6 de enero en el Capitolio, se puedan repetir.

Tal fue la conclusión que presentaron los congresistas demócratas que ejercen como fiscales en el juicio contra Trump por “incitar a la insurrección”.

En el segundo y último día de sus argumentos, los fiscales presentaron una serie de clips mostrando cómo atizar a la violencia no es algo que Trump se haya limitado a hacer en las últimas semanas de su presidencia, mucho menos en el mitin donde llamó a la gente a marchar al Capitolio, cosa que hicieron momentos después. La irrupción violenta dejó un saldo de cinco muertos y los videos presentados el miércoles dejaron en claro el riesgo en que estuvieron los legisladores y el entonces vicepresidente, Mike Pence.

La turba, aseguraron los fiscales, actuó siguiendo las órdenes de Trump, y no sólo el 6 de enero, sino por ejemplo cuando irrumpieron, armados, en el Capitolio en Michigan, el 30 de abril, enojados por la decisión de la gobernadora demócrata, Gretchen Whitmer, de extender el confinamiento por el coronavirus. Esta irrupción se dio, también, en el marco de las críticas de Trump a los gobernadores demócratas por las medidas emprendidas ante la pandemia.

Los fiscales mostraron entrevistas donde los manifestantes dijeron haber tomado acción porque así lo había pedido Trump. Uno de los videos mostró a uno de los manifestantes que entraron al Capitolio gritando: “Nos invitó el presidente de Estados Unidos”. La representante Diana Degette manifestó, en su turno de argumentar: “Ellos vinieron aquí porque el presidente los instruyó a hacerlo”.

“Humildemente, les pedimos que condenen al mandatario Trump por un delito del que es abrumadoramente culpable. Porque si no lo hacen, si fingimos que esto [el ataque al Capitolio] no pasó; o peor, si lo dejamos sin respuesta, ¿quién puede asegurar que no sucederá de nuevo?”, cuestionó el congresista demócrata Joe Neguse.

En sus argumentos de cierre, formuló a los senadores tres preguntas cuyas respuestas, dijo, son clave para que decidan si condenar o no a Trump:

—¿La violencia era previsible?

—¿Trump alentó la violencia?

—¿Lo hizo voluntariamente?

Antes, el representante Jamie Raskin, quien está al frente de la acusación, advirtió: “Si [Trump] vuelve a ejercer un cargo público [y un ataque] vuelve a ocurrir, no tendremos a nadie a quién culpar, excepto a nosotros mismos”.

Dado que Trump ya no es gobernante, en caso de ser condenado los senadores pueden convocar a una votación posterior para definir si se le inhabilita para ejercer cargos públicos.

Al ser presidente de un solo mandato, Trump puede volver a buscar la presidencia.

Una vez concluidos los argumentos de la parte acusadora, hoy toca el turno de los abogados del exmandatario para presentar su defensa. Tendrán, al igual que los demócratas, 16 horas para mostrar sus argumentos. Sin embargo, se prevé que los desahogarán en unas cuatro horas.

Los abogados, David Schoen y Bruce Castor, insisten en que la parte acusadora no logró establecer una “relación directa” entre el asalto al Capitolio y Trump.

“¿Acaso alguno de los manifestantes dijo que escuchó la orden [de atacar el Capitolio] directamente del presidente Trump?”, dijo Castor, al ser cuestionado por la cadena CNN sobre los argumentos de los fiscales.

“No creo que eso sea lo que haya pasado”.

Schoen subrayó que los fiscales no lograron ligar la violencia con Trump. “Y siendo franco, creo que es ofensivo, si hablamos del proceso de sanar al país, seguir mostrando la tragedia que ocurrió aquí y que Trump condenó”, añadió.

Los abogados insistirán en que el exmandatario simplemente ejerció su derecho a la libertad de expresión, al manifestar su rechazo a los resultados de las elecciones del 3 de noviembre, y que no puede considerarse que sus palabras hayan “incitado” a los manifestantes, a pesar de que Trump acusó, sin pruebas, que hubo “fraude” electoral y de que pidió a la gente defenderlo “del robo”.

El otro argumento de la defensa es que el juicio, en sí mismo, es inconstitucional porque Trump dejó de ser presidente el 20 de enero y alegan que un proceso de impeachment sólo aplica a mandatarios en funciones.

Sin embargo, ese planteamiento fue desechado por el mismo Senado, que el martes decidió avanzar con el juicio por considerar que es constitucional.

Los demócratas, previendo este alegato, lo abordaron ayer.

Raskin pidió a los senadores a aplicar el “sentido común”.

“Espero que todos estemos de acuerdo en que si un presidente incita a una insurrección violenta, puede ser sometido a impeachment por ello. Espero que todos coincidamos en que es un delito constitucional”, añadió.

Defendió que, siendo aún presidente, Trump no hizo nada, durante horas, mientras sus simpatizantes arrasaban el Congreso.

“¿Por qué el presidente Trump no les dijo a sus seguidores que pararan el ataque al Capitolio apenas se enteró? ¿Por qué no hizo nada?”, cuestionó.

Temprano, el mandatario Joe Biden señaló que la evidencia mostrada por la parte acusadora en el juicio podría cambiar “algunas opiniones” entre los legisladores republicanos.

Para que Trump sea condenado, se requiere del voto de las dos terceras partes del Senado, que está dividido 50-50 entre demócratas y republicanos. En otras palabras, todos los demócratas, y 17 republicanos, tendrían que votar por una condena.

Pero aunque algunos republicanos reconocieron que la acusación presentó un caso convincente, Trump mantiene un férreo control sobre el partido y difícilmente 17 se pondrán en su contra. Los propios demócratas han dicho que prevén que se les sumen, si acaso, seis republicanos, por lo que Trump terminaría siendo exonerado, por segunda vez —ya lo fue en el juicio político al que se le sometió entre 2019 y 2020.

Una vez que concluyan los alegatos de la defensa, los senadores, que actúan como el jurado, tendrán tiempo para formular preguntas tanto a la parte acusadora como a los abogados defensores. Después se debatirá si es necesario llamar a testigos, pero no se prevé que los haya —Trump descartó asistir.

Después, se presentarán los argumentos de cierre, algo que puede tomar unas cuatro horas, y vendrán las deliberaciones.

Por la forma como se está desarrollando el juicio, los legisladores estiman que la votación sobre si Trump es culpable o no de incitar a la violencia se producirá el sábado, una muestra de que los congresistas quieren dar carpetazo al asunto.

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