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Nueva York.— El lunes 23 de enero comenzarán formalmente los alegatos de apertura en el juicio contra Genaro García Luna, anunció la jueza Peggy Kuo.
La magistrada, que dirige el proceso de elección de las 12 personas que determinarán si el exsecretario mexicano de seguridad es culpable o inocente, apuntó al concluir la sesión de ayer que este jueves serán interrogados otros 30 candidatos. Tras dos días de selección, 40 potenciales miembros del jurado pasaron a la siguiente fase, pero varios tienen que confirmar si en sus respectivos trabajos les permitirán ausentarse los dos meses que se prevé que se prolongue el proceso.
Una sesentena han sido descartados, principalmente, por su incapacidad de conciliar sus trabajos con las ocho semanas de duración que se calcula se prolongará el proceso, pero también por razones de salud, por no poder demostrar su capacidad de ser imparciales o por su dificultad de creer en el testimonio de algunos de los testigos de la fiscalía.
Keegan Hamilton, periodista que está cubriendo el juicio, narró en su Twitter que un ecuatoriano dijo que no se sentía imparcial. “Debido a las drogas, al tráfico de personas, algunos mexicanos dejan en mal al resto de hispanoparlantes”. Cuando la jueza le insistió, señaló que no quería “estar en una corte con un mexicano acusado de algo”. Kuo lo descartó.
Otro dijo que viajó varias veces a México por negocios y que “en cada esquina había una milicia armada”. Se quedó muy sorprendido cuando personas a las que conoció en la Ciudad de México y que trabajaban en un banco le dijeron que el lugar contaba con una cámara especial para esconderse en caso de que llegaran secuestradores o delincuentes. También fue descartado.
Un aspirante se declaró budista y dijo que no podía juzgar a García Luna o a nadie porque “toda acción tiene una reacción”, y que el karma se lo cobraría.
Una mujer arrancó la risa de García Luna cuando se sorprendió de que tendría que pasar semanas sentada para el juicio. “Es muy molesto”, se quejó.
Algunos de los posibles jurados dijeron no estar seguros de poder determinar si alguien es culpable o inocente sólo por los testimonios de personas que podrían decir cualquier cosa con tal de mejorar su situación. Uno cuestionó que la fiscalía use a “cooperantes”, y los llamó sucios, personas que “sólo buscan reducir sus sentencias”.
“No puedo juzgar nada por adelantado, pero necesitaría escuchar el testimonio y ver más evidencia”, alegó una mujer cuestionada sobre si podría tomar una decisión con base en lo que digan testigos. “¿Y si no hubiera más evidencia?”, le preguntó la juez. La mujer respondió con un largo “uhmmmmmmm”.
Una y otra vez, la fiscalía pidió desechar a los posibles jurados que pusieran en duda la validez de los testimonios, y cuestionaron a la juez por avalar a algunos candidatos, hasta que ella se hartó y les gritó: “¡Basta!”, y que su “decisión estaba tomada”.
Se trata de un punto clave para el gobierno de Estados Unidos: como apuntó Kuo dirigiéndose a un posible jurado, las pruebas de algunos de los delitos que aporta la fiscalía se basan únicamente en testimonios de criminales que han aceptado colaborar con los fiscales, en muchos casos para lograr una reducción de la sentencia.
El exresponsable mexicano saludó a personas que se encontraban entre el público en la sala en la que se celebró la vista. Al final de la sesión, García Luna abrazó efusivamente a su abogado César de Castro. El máximo responsable de seguridad de México durante la era del presidente Felipe Calderón (2006-2012) está imputado por cinco delitos, cuatro de ellos relacionados con el narcotráfico: participar en una empresa criminal, conspiración para la distribución internacional de cocaína, conspiración para la distribución y posesión de cocaína y conspiración para la importación de cocaína. El quinto delito que se le imputa es el de supuestamente prestar falso testimonio a las autoridades migratorias de EU.
Una vez que este jueves queden definidos los 12 miembros del jurado y seis suplentes, el lunes, ante el juez Brian Cogan, iniciará la presentación de argumentos de parte de la defensa y la fiscalía. Luego vendrá el desahogo de pruebas, donde se prevé salgan nombres importantes a relucir de supuestos cómplices de García Luna. La defensa del mexicano dijo ayer que pretende llamar a 70 testigos.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador confió en que el juicio contra García Luna en Nueva York sirva para aclarar si autoridades estadounidenses sabían de los presuntos nexos del exsecretario de seguridad de su país con el narcotráfico. López Obrador manifestó que el proceso contra García Luna es “muy importante”.
López Obrador consideró que el exsecretario tenía “una doble vida”, porque por un lado se le premiaba y reconocía en EU, y por el otro mantenía supuestamente “una relación de protección a la delincuencia organizada”. Pero “nadie se enteró, nadie supo, hasta que de repente lo detienen y viene la acusación”, cuestionó el mandatario.
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