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Más allá de que en algunos países son homicidios y en otros son “feminicidios”, la realidad confirmó una alerta que el papa Francisco lanzó el pasado 20 de enero en Perú: hay una plaga de asesinatos de mujeres en América.
Los focos rojos están encendidos desde hace varios años. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advirtió a finales de 2016 que, en promedio, al menos 12 mujeres son asesinadas diariamente en la región “por el hecho de ser mujeres”.
“Los feminicidios ocasionados en el ámbito de las relaciones de pareja constituyen la forma más dramática de violencia contra la mujer”, lamentó la CEPAL, del sistema de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En una llamada de atención a sociedades patriarcales, Francisco pidió el pasado 20 de enero en Perú combatir la “plaga” de feminicidios en América y clamó por una “cultura de repudio” a cualquier forma de violencia.
A nombre de madres y abuelas, Francisco exhortó “a luchar contra una plaga que afecta a nuestro continente americano: los numerosos casos de feminicidios. Y son muchas las situaciones de violencia que quedan silenciadas detrás de tantas paredes”.
Aumento. Aunque en algunos países el feminicidio está fuera de estadísticas y existen datos de homicidios de mujeres, la realidad exhibió un fenómeno en ascenso. Datos obtenidos por EL UNIVERSAL en gobiernos, policías, ministerios públicos o fiscalías generales, procuradurías, institutos de medicina forense, recuentos de CEPAL, universidades, observatorios de violencia y organizaciones feministas no estatales de América Latina y el Caribe mostraron la magnitud de la plaga.
Con 106 mil 93 feminicidios de 1980 a 2013, cada dos horas fue asesinada una mujer en Brasil y con 2 mil 925 de marzo de 2016 a marzo de 2017, casi tres por hora y un incremento cercano a 9% con respecto al periodo de marzo 2015 a marzo de 2016. Con 312 feminicidios, cada 12 días fue asesinada una mujer en Costa Rica de 2007 a 2017. Con 70, cada 10 días fue asesinada una mujer en Chile de 2016 a 2017.
La CEPAL elaboró un listado de los ocho países latinoamericanos y caribeños con más feminicidios en 2016: Honduras, con 466; El Salvador, con 371; Argentina, con 254; Guatemala, con 211; República Dominicana, con 188; Venezuela, con 122; Bolivia, con 104, y Perú, con 100. Honduras contó 99 mujeres asesinadas de enero a marzo de 2017, a 33 por mes, pero en 2016 y 2015 llegó a 946 o casi 40 mensuales.
Sin que todos sean feminicidios, los homicidios del “sexo femenino” en El Salvador sumaron mil 932 de 2012 a 2016, con 2015 como el año más sangriento para las mujeres en ese periodo con 574.
Por “violencia sexista”, Argentina sumó mil 808 asesinatos de mujeres de 2008 a 2014 o el equivalente de una cada casi 34 horas. Pero en abril de 2017 tuvo casi uno al día, con 57 de enero a mediados de febrero de 2017 o más de uno al día.
Cada nueve horas, un minuto y 18 segundos fue asesinada una mujer en Colombia en enero de 2018 y una cada nueve horas y media en 2017.
Colombia sumó 2 mil 690 en tres años —848, en 2015; 902, en 2016, y 940, en 2017— y registró un promedio mensual de casi 75 o casi dos y medio por día.
Cada tres días y medio fue asesinada una mujer en República Dominicana de 2005 a agosto de 2017, con mil 231 casos y, con 68, promedió ocho al mes de enero a agosto del año pasado. Con 571 hechos definidos legalmente como feminicidios en 2015, 2016 y 2017, Guatemala registró 571 asesinatos de mujeres por día.
Del primero de enero de 2014 al 18 de febrero de 2018, Ecuador contabilizó 270 feminicidios, pero con cifras en ascenso. De 27 en 2014 subió a 55 en 2015, a 69 en 2016, a 108 en 2017 y 11 en los primeros 49 días de 2018, por lo que los promedios aumentaron de uno cada 13 días hace cuatro años a uno cada 72 horas el año anterior.
Venezuela contabilizó 290 en 2015 y 2016 o uno cada dos días y medio. Nicaragua sumó ocho sólo en agosto de 2017, con 73 en 2014, 53 en 2015 y 49 en 2016.
Así, la plaga sobre la que alertó el papa Francisco parece incontrolable.