El Buró Federal de Investigaciones (FBI) ofreció ayer una recompensa de 25 mil dólares por información que ayude a aclarar la muerte de un agente fronterizo de Estados Unidos que murió el domingo en una zona en el oeste de Texas.
En una conferencia de prensa en El Paso, el agente especial del FBI Emerson Buie apuntó que “cualquier pista que conduzca a un arresto o condena” relacionada con la muerte del agente Rogelio Martínez, de 36 años, será recompensada con 25 mil dólares.
“En este momento estamos investigando la muerte de Martínez como un posible asalto a un oficial federal”, señaló el agente, tras reconocer que hay varias hipótesis.
El agente Martínez y su compañero de patrulla respondieron a una actividad sospechosa cerca de la estación de Van Horn, a menos de 40 kilómetros del estado de Chihuahua (México), cuando resultaron heridos gravemente.
Ambos agentes fueron trasladados en helicóptero a un hospital de El Paso, donde Martínez falleció a causa de las heridas y su compañero permanece ingresado en estado “crítico pero estable”.
Varias versiones. Previamente, la vocera del FBI Jeanette Harper informó en un comunicado que los dos agentes fueron hallados el sábado por la noche en una alcantarilla cerca de Van Horn con traumatismos en la cabeza, y esperaban los resultados de la autopsia.
Otro agente, que fue informado sobre la investigación y habló bajo la condición de anonimato por no estar autorizado a hacerlo públicamente, dijo que Martínez fue encontrado en el fondo de la alcantarilla y los investigadores creen que cayó. El domingo, el presidente Donald Trump tomó la muerte del agente como pie para volver a tuitear sobre la necesidad de construir un muro a lo largo de la frontera entre México y EU.
“Buscaremos y llevaremos ante la justicia a los responsables. ¡Debemos, y haremos, construir el Muro!”, escribió el magnate. Desde el inicio el FBI aclaró que el agente no murió por impactos de bala pero no dio más información.