Washington.— El inicio de una investigación del Buró Federal de Investigaciones (FBI) sobre las acusaciones de abusos sexuales contra el nominado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para el Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, puso en riesgo su candidatura y dio alas a sus detractores, que ayer redoblaron su rechazo al juez.
Según la prensa estadounidense, las autoridades ya han comenzado a realizar las pesquisas y a contactar con los primeros testigos clave, entre ellos la segunda de las tres mujeres en acusar públicamente al juez, Deborah Ramírez, quien aseguró que cuando era compañera de clase de Kavanaugh en Yale él le mostró sus genitales durante una fiesta.
John Clune, abogado de Ramírez, señaló que el FBI lo contactó para ver la posibilidad de entrevistarla. “Ella ha acordado cooperar con la investigación”, dijo en una declaración citada por el diario The New York Times.
Leland Keyser, a quien Christine Blasey Ford citó como testigo potencial de la agresión sexual que dijo haber sufrido a manos de Kavanaugh, notificó ayer por la mañana al Comité de Asuntos Judiciales del Senado que está dispuesta a cooperar con la investigación del FBI.
Keyser, amiga de Blasey, ha dicho que no recuerda el evento en cuestión, pero su abogado afirmó en la carta al comité que eso no significa que su cliente no crea en la versión de Blasey, quien el jueves testificó ante el comité para contar su versión de los hechos.
La líder de los demócratas en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, incrementó ayer sus ataques contra Kavanaugh, quien trabaja actualmente en una corte de apelaciones, y cuestionó su idoneidad para ejercer como juez en cualquier corte. “Si no dice la verdad al Congreso y al FBI, entonces no sólo no es apto para estar en el Tribunal Supremo, sino tampoco para la corte en la que está”, dijo Pelosi.
También la influyente Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) externó su oposición al candidato. “ACLU se opone a la confirmación del juez Brett Kavanaugh para el Tribunal Supremo. Hay alegaciones creíbles de que el juez Kavanaugh ejerció malos comportamientos que no han sido investigados adecuadamente por el Senado”, aseguró en un comunicado la presidenta de la organización, Susan Herman.
Trump, quien el viernes aceptó ordenar al FBI investigar las acusaciones contra Kavanaugh antes de que su candidatura sea votada en el pleno del Senado, dijo ayer a periodistas que cree que las pesquisas podrían ser “una bendición disfrazada”. “Esperaría que todo salga muy bien”, indicó, para luego señalar que pensaba que su nominado “estará bien”.