El Buró Federal de Investigaciones (FBI) ofreció una recompensa como parte de sus esfuerzos en la búsqueda de información sobre la muerte del agente de la Patrulla Fronteriza Rogelio Martínez, que se registró el 18 de noviembre en Texas, y cuyas condiciones aún no han sido aclaradas.
El FBI ordenó desplegar carteleras digitales a lo largo de importantes carreteras interestatales en el suroeste de Estados Unidos, en las cuales ofrece una recompensa a quien proporcione información sobre la muerte del agente fronterizo.
El FBI investiga la muerte del agente fronterizo, como “un potencial ataque físico” y ofrece una recompensa de 2 mil dólares a quien proporcione datos para esclarecer el incidente. La Oficina del gobernador de Texas, Gregg Abbott, ofrece una segunda recompensa de 20 mil dólares.
El Buró Federal de Investigaciones informó que la búsqueda se ha ampliado al sur de California, Arizona, Nuevo México y todo Texas.
Martínez, quien tenía 36 años, murió la madrugada del 18 de noviembre por las heridas que sufrió en la cabeza mientras patrullaba un área cercana a la comunidad de Van Horn, a unos 200 kilómetros al este de El Paso. Un segundo agente, quien no ha sido identificado, también resultó lesionado.
FBI busca a personas que hayan circulado por los alrededores de la comunidad de Van Horn entre las 22:00 horas y la medianoche del 18 de noviembre, solicitándoles que llamen con cualquier información.
Jeanette Harper, vocera del FBI en El Paso, informó el jueves que los investigadores están explorando todas las teorías, incluyendo la posibilidad de que Martínez y su compañero hayan resultado lesionados accidentalmente o que hubieran sido atacados u otros escenarios.
“Estamos analizando todo”, dijo Harper al periódico The Dallas Morning News, agregando que pasarán semanas, o hasta meses, antes de que finalice la investigación.
Oscar Carrillo, sheriff del condado de Culberson y quien fue uno de los primeros en responder al incidente, dijo también al Dallas Morning News, creer que un tráiler pudo haber golpeado accidentalmente a Martínez y a su compañero mientras estaban parados cerca de una alcantarilla, a pocos pasos de la carretera Interestatal 10. Los dos agentes sufrieron de huesos rotos y lesiones en la cabeza en el incidente de acuerdo con el Buró Federal de Investigaciones.