Familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan expresaron ayer su enojo ante los dichos de que sus seres queridos podrían estar muertos y exigen respuestas concretas sobre qué sucedió. El presidente argentino, Mauricio Macri, prometió ayer seguir “hasta el final” la búsqueda de la nave después de que se supiera que hubo una explosión en la zona donde desapareció el sumergible la semana pasada.
Los familiares reaccionaron con enojo ante supuestas declaraciones de oficiales de la Armada acerca de que todos los tripulantes del submarino habrían muerto. El portavoz de la Marina desmintió esas palabras, pero reconoció que pudo haber errores.
Luis Tagliapietra, padre de uno de los tripulantes, aseguró que pese a que la Armada aún no habla oficialmente de muertos, a él le dieron el pésame. “Pedir responsabilidades es ridículo. Mi único sentimiento es conocer qué pasó, la verdad. Es duro, pero [quiero] saber si murió instantáneamente o si sufrió”, dijo conmovido.
El siquiatra Walter Ghedin indicó que dar esperanza a los familiares de los tripulantes “no es positivo”, porque sólo “aumenta la incertidumbre”.
Macri dijo que el caso “requiere una investigación seria y profunda que arroje certezas” sobre lo ocurrido y afirmó que el submarino “estaba en perfectas condiciones para navegar” hasta que “sufrió, aparentemente, una explosión”.
“Estoy aquí para garantizarles que vamos a continuar con la búsqueda” del submarino, dijo Macri a la prensa frente al Edificio Libertad, sede de la Armada Argentina en Buenos Aires. Hasta ahí concurrió junto al ministro de Defensa, Oscar Aguad, para dialogar con los jefes militares que lideran el operativo de búsqueda.
Macri indicó que hasta que el gobierno no cuente con “la información completa” del caso, no buscará culpables.