2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio son señalados como el origen de la explosión en Beirut, capital de Líbano, que dejó al menos 137 muertos y alrededor de 5 mil heridos.
Y precisamente esa cantidad de nitrato de amonio era la que transportaba el MV Rhosus que, en 2013, llegó con problemas técnicos a la ciudad libanesa.
Allí, esa peligrosa sustancia fue confiscada.
Se trataba de una embarcación alquilada por un ruso con una bandera de Moldavia.
¿Y por qué Moldavia si es un país que ni siquiera tiene costa? Esa nación europea es señalada de ser parte de los países que alquilan su pabellón en altamar, lo que es conocido como bandera de conveniencia.
Y así es que se explica que Moldavia, un país que no tiene salida marítima, tenga su emblema flameando en diferentes océanos,
Según la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte, es una práctica realizada por alrededor de una treintena de estados como Bahamas, Bolivia, Islas Caimán, el propio Líbano y que tiene como gran protagonista a Panamá.
De hecho, si todos los barcos mercantes que navegan por el planeta se reunieran en un solo lugar, la mayoría luciría en lo alto de un mástil una bandera de Panamá.
Y es que para las navieras es muy común registrar y obtener una bandera para sus buques en países diferentes a los del dueño.
Pero ¿por qué es tan común esto en la navegación y quién se beneficia?
Cada barco mercante debe registrarse en un país, el cual es conocido como el Estado bandera.
Panamá, Islas Marshall y Liberia son los principales Estados bandera.
Cerca de 8 mil 600 barcos ondean la bandera panameña. En comparación, EU tiene unas 3 mil 400 embarcaciones registradas y China poco más de 3 mil 700.
La mayoría de los buques mercantes que tienen la bandera de Panamá pertenece a propietarios extranjeros que desean evitar las muy estrictas regulaciones impuestas por sus propios países.
Panamá opera lo que se conoce como un registro abierto. Su bandera ofrece las ventajas de registro más fácil (a menudo en línea) y la capacidad para emplear mano de obra extranjera más barata. Además los propietarios extranjeros no pagan impuestos sobre la renta.
Estos registros abiertos han sido polémicos desde el principio.
Los dueños de buques eligen un Estado bandera considerando diversos motivos comerciales.
Estos incluyen regulaciones, impuestos y la calidad del servicio brindado, dijo el experto en seguridad marítima Ioannis Chapsos.
El investigador señala que Grecia es el mayor poseedor de barcos del mundo.
Muchas de sus naves no tienen bandera griega, ello debido principalmente a que los administradores tendrían que pagar más impuestos.
Ante esto, los Estados bandera -a menudo países con problemas económicos- ganan dinero.
Con el registro de buques en Panamá, por ejemplo, el país centroamericano genera decenas de millones de dólares para la economía del país.
El sistema permite la contratación de tripulantes de cualquier parte del mundo, con lo que se reducen los costos.
Este método de banderas de conveniencia es criticado debido a que posibilita una regulación más flexible e incluso el incumplimiento de las normas marítimas internacionales.
Pero en general se considera que las prácticas de navegación han mejorado significativamente en las últimas tres décadas.
Simon Bennett, de la Cámara Naviera Internacional, dice que los propietarios tienden a elegir registros con un Estado bandera basados en la reputación de estos.
El sistema, sin embargo, enfrenta críticas.
De acuerdo con la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte, el registro bajo una bandera extranjera hace que sea más difícil responsabilizar a los propietarios por disputas salariales o condiciones de trabajo.
Después de firmar con una bandera, las leyes de ese país se aplican al barco y cada país es responsable de los barcos que usan su bandera.
Esto incluye garantizar que los barcos cumplan con las normas internacionales principales, a través de la inspección y certificación de buques, dice la Organización Marítima Internacional (OMI), la agencia naviera de la ONU.
Los países de la bandera si suscriben los tratados marítimos internacionales son responsables de hacerlos cumplir, con las normas establecidas por la OMI en lo que respecta a la construcción, diseño, equipamiento y dotación de los buques.
Según la Convención de Naciones Unidas para el Derecho del Mar, los Estados bandera deben tomar medidas para garantizar la seguridad en el mar.
Es común que un registro de bandera se administre en un país diferente.
Liberia, por ejemplo, es administrada por una compañía estadounidense con sede en Washington D.C. El registro de Mongolia, país que no tiene salida al mar, tiene su sede en Singapur.
La geografía inusual del sistema de registro puede plantear desafíos de seguridad.
No es realista que un Estado bandera proporcione seguridad a todos los buques que tiene bajo su registro, dice Chapsos, aunque los buques son esencialmente una extensión de ese Estado.
Y es aún más difícil para un país con muchos menos recursos.
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