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El ministro libanés de Exteriores, Abdalá Bou Habib, condenó el "ataque israelí sin precedentes" que hizo explotar miles de localizadores o bípers en el Líbano y alertó que tal "flagrante" violación de su soberanía coincide con renovadas amenazas de una guerra abierta contra el país.
Durante una reunión con la coordinadora especial de la ONU para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, el jefe de la diplomacia libanesa calificó las detonaciones de "asalto flagrante" a la soberanía libanesa y de "clara violación" de todas las convenciones internacionales, según un comunicado de su Ministerio.
"Advirtió contra la gravedad de lo sucedido, especialmente porque se produce a raíz de las amenazas israelíes sobre ampliar la guerra con el Líbano, lo que puede hundir a la región en una mayor espiral de violencia y amenazar con el estallido de un conflicto más amplio", agrega la nota sobre el mensaje trasladado por Bou Habib.
El martes, un gran número de bípers en manos de miembros del grupo chií libanés Hezbolá explotaron simultáneamente en diferentes puntos del país, causando la muerte de al menos 12 personas, entre ellas dos niños, y heridas a unas 2 mil 800, incluidos también civiles.
Por ello, el ministro pidió ante Hennis-Plasschaert que la ONU ejerza la "máxima presión" sobre Israel, de modo que este país termine con sus acciones contra el territorio libanés, se retire de las áreas disputadas e implemente la resolución del Consejo de Seguridad que puso fin a su guerra de 2006 con Hezbulá.
Tanto el departamento encabezado por Bou Habib como Hezbolá atribuyeron la explosión de mensáfonos a Israel.
El incidente se produjo después de que las autoridades israelíes volvieran a endurecer su retórica contra el Líbano en los días anteriores y a poner sobre la mesa el potencial inicio de una guerra abierta contra el movimiento chií.
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