Bruselas.— En México no hay un interés genuino por acabar con la violencia, porque constituye una fuente importante de control y de poder al servicio de algunas élites políticas y organizaciones criminales, afirmaron académicos.
“Nadie en México está fundamentalmente interesado en que la violencia desaparezca debido a que es una fuente central de la política”, aseguró Romain Le Cour Grandmaison, coordinador del programa para México y Centroamérica del Noria Research, organización fundada en París.
“Más allá de los discursos, lo que vemos es el uso del Ejército y la política bajo mando militar siguiendo las mismas reglas de la última década y consiste básicamente en reaccionar”. Grandmaison dio el ejemplo de Zacatecas, que aparece como el corazón de la crisis de seguridad luego de que 10 personas aparecieran ejecutadas colgando de un puente.
“El gobierno reacciona mandando 3 mil tropas a la región, la misma receta de siempre. Básicamente, entre más se aplica un enfoque reactivo militarizado, seguiremos poniendo un poco de remedio en algo que es mucho más complejo y que (...) debe ser abordado de manera apropiada”. El gobierno sigue equivocado en pensar que la forma de medir la pacificación del país es a través de los homicidios, un indicador que puede ser engañoso.
La reducción de la tasa de homicidios también puede ser consecuencia de cambios en la agenda criminal y no necesariamente resultado de la atención de las causas estructurales de la violencia. El aumento de los secuestros y la extorsión son algunos de los síntomas, indicó la historiadora.
Sandra Ley, profesora del Centro de Investigación y Docencia Económicas y egresada de la Duke University, aseguró que el discurso de abrazos y no balazos tiene un fondo electoral, “y no ayuda a mitigar la delincuencia cuando ésta ha evolucionado a tal nivel que el Estado es parte (...) Se sigue pensando a nivel federal en lugar de construir capacidades desde el nivel más bajo, a nivel comunitario y municipal. Esta es la pieza que sigue faltando”.
Las declaraciones tuvieron lugar en un foro que fue parte del maratón de conferencias celebradas en formato virtual, el miércoles y jueves, por el CIROC, instancia establecida en 2001 por cinco universidades holandesas y el Centro de Documentación del Ministerio de Justicia de Países Bajos. Fueron invitados a participar 320 expertos en 79 sesiones dirigidas a abordar desafíos que ocurren en distintas partes del mundo en ámbitos como el tráfico de armas y drogas, y corrupción, entre otros.
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