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Una mujer fue condenada a prisión por ayudar a un amigo suyo a estrangular y quemar a su exnovia de 17 años y quien estaba embarazada.
El Tribunal Penal de Goicoechea, en Costa Rica, dictó este miércoles una sentencia de 36 años de cárcel en contra de Jéssica Brenes Rodríguez por haber sido encontrada culpable de los delitos de homicidio calificado y aborto sin consentimiento en perjuicio de la adolescente, cuya identidad se protege por ser menor de edad.
El homicidio ocurrió en enero del 2019.
Según detalló la Fiscalía, le impusieron 30 años por el crimen y seis por la muerte del bebé, quien, para el día de los hechos, tenía siete meses de gestación.
En este debate, también estaba acusado un sujeto, de apellidos Ugalde Guadamuz, quien es el exnovio de la adolescente.
No obstante, él no pudo presentarse a la sala de juicio por las restricciones sanitarias que hay en las cárceles y eso provocó que se elaborara un testimonio de piezas para que se realice un nuevo debate en su contra en otro momento. Ahora se debe esperar que el Tribunal agende esta nueva diligencia.
Por razones desconocidas, el acusado habría decidido acabar con la vida de su expareja, pero para ello necesitaba un plan. Por ello, el 22 de enero del 2019, la sentenciada se comunicó con el imputado vía telefónica para acordar un plan que les permitiera asesinarla.
En la acusación fiscal se estipular que ese día el acusado llegó a la casa de una familiar de la ofendida. Al parecer le ofreció un dinero para los gastos del embarazo, pero para dárselo debía acompañarlo un momento, por lo que la adolescente accedió y se fue con él.
Cuando la ofendida se monta en el vehículo, se percata que Brenes también viajaba en él. “En un momento determinado, ella (Brenes) tomó del cuello a la víctimas haciendo que perdiera el conocimiento”, señaló el Ministerio Público en el comunicado dado a conocer hoy.
La trasladaron hasta una zona solitaria en Calle Tornillal, en San Jerónimo de Moravia. Allí le dieron muerte tanto a ella como a la bebé que llevaba en su vientre.
El cuerpo de la adolescente fue encontrado un día después y, al hacer las diligencias judiciales respectivas, se determinó que tenía lesiones que indicaban que le habían prendido fuego.
En un primer momento, se habló de que los celos habrían provocado el crimen, pero eso no pudo ser comprobado; es decir, el móvil sigue sin conocerse.
En el tanto la sentencia en contra de Brenes adquiere firmeza, ella descontará prisión preventiva. Por su parte, Ugalde también permanecerá recluido en un centro penal, mientras su caso llega a juicio de nuevo.
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