Washington.— Las autoridades de Estados Unidos demandaron ayer a Facebook por supuestamente operar un “monopolio ilegal” y pidieron a los tribunales que obliguen a la red social a deshacerse de Instagram y WhatsApp, dos de sus aplicaciones estrella.
La arremetida contra Facebook supone otro paso en la batalla abierta por las autoridades de EU contra los gigantes de internet, después de la demanda presentada en octubre contra Google por presuntas prácticas monopólicas de su buscador.
“Las acciones de Facebook para afianzar y mantener su monopolio niegan a los consumidores los beneficios de la competencia”, dijo Ian Conner, director de la Oficina de Competencia de la Comisión Federal del Comercio (FTC, por sus siglas en inglés).
Este miércoles, tras más de año y medio de investigaciones, fiscales generales de 46 estados y dos territorios, gobernados por ambos partidos, se unieron para presentar una demanda conjunta, interpuesta en paralelo a otra de la FTC.
La FTC está pidiendo a los tribunales que eventualmente obliguen a Facebook a revender Instagram y WhatsApp. La agencia también quiere que el grupo dirigido por Mark Zuckerberg deje de obligar a los desarrolladores a aceptar ciertas condiciones y le pida luz verde para cualquier operación de adquisición.
Los fiscales reclaman ser notificados de cualquier adquisición superior a 10 millones de dólares que la red social quisiera realizar.
“Utilizando los vastos recursos a su disposición en términos de datos y dinero, Facebook ha aplastado o obstaculizado lo que la compañía vio como amenazas potenciales”, dijo la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James. Al hacerlo, el grupo “reduce las opciones de los consumidores, sofoca la innovación, degrada la protección de la privacidad de millones de estadounidenses”.
La principal red social ha rechazado las acusaciones de monopolio. Dijo que entregará una respuesta detallada luego de revisar el caso, pero advirtió: “Años después de que la FTC autorizara nuestras adquisiciones, el gobierno ahora quiere una nueva revisión sin tener en cuenta el impacto que tendría el precedente en la comunidad empresarial más amplia o en las personas que eligen nuestros productos todos los días”.