Bruselas.— Unas 15 mil personas, según la policía de Bruselas, recorrieron ayer las calles de la capital belga para protestar contra el cambio climático y en favor de la justicia social.
Durante la marcha fueron detenidas cuatro personas ante el riesgo de que pudieran provocar disturbios, contó a la agencia noticiosa EFE la policía, que aclaró que serían puestas en libertad más tarde.
La manifestación reunió a ONG medioambientales, de lucha contra la pobreza, así como a sindicatos y asociaciones de apoyo a los refugiados.
La marcha comenzó en torno a las 14:00 horas en la estación del norte de Bruselas y finalizó en el parque del Cincuentenario, cerca de las sedes de las principales instituciones de la Unión Europea.
Bélgica se ha sumado en los últimos meses a la ola de movilizaciones contra el cambio climático que está teniendo lugar en todo el mundo y cada jueves jóvenes recorren las calles de sus ciudades con el objetivo de pedir más acciones al gobierno que contribuyan a frenar el calentamiento del planeta. El movimiento se popularizó después de que dos estudiantes de Amberes (norte del país), Anuna De Wever y Kyra Gantois, colgaran un video en las redes sociales a finales de diciembre para llamar a la acción contra el cambio climático.
Mientras tanto, en París, miembros del movimiento Extinction Rebellion se manifestaron en la plaza del Trocadero, donde esparcieron sangre falsa para alertar del declive de la biodiversidad. Vestidos de negro, los activistas, en su mayoría jóvenes, llevaban 300 litros de líquido rojo que esparcieron ante los turistas, en un lugar muy frecuentado cercano a la Torre Eiffel, indicaron periodistas de la agencia AFP.
Extinction Rebellion es un movimiento internacional creado en 2018 en el Reino Unido que promueve la acción directa no violenta y la desobediencia civil para obligar a los gobiernos y los dirigentes políticos a tomar medidas para frenar el cambio climático.
Según el más reciente informe de los expertos de la ONU sobre la biodiversidad (IPBES), publicado el lunes pasado, un millón de especies (de un total de 8 millones) están bajo amenaza de extinción, muchas de ellas en las próximas décadas. La pérdida de especies se está acelerando a un ritmo decenas de cientos de veces mayor que en el pasado, advirtió el estudio. Más de medio millón de especies terrestres “tienen un hábitat insuficiente para su supervivencia a largo plazo” y es probable que se extingan, muchas en cuestión de décadas, a menos que se restauren sus hábitats. Los océanos no están mejor.