Berlín/Moscú/Washing-ton.— Alemania afirmó ayer que tiene “pruebas inequívocas” de que el opositor ruso Alexei Navalni fue envenenado con un agente neurotóxico “de tipo Novichok” y exigió explicaciones “urgentes” a Rusia, que se dijo dispuesta a colaborar.

Navalni, quien está internado en grave estado en un hospital de Berlín tras ser evacuado de Rusia, fue envenenado con un agente tóxico nervioso, un “incidente chocante”, anunció el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, en un comunicado.

Los análisis realizados por el ejército alemán en consulta con el hospital de la Charité, donde está internado, hallaron “pruebas inequívocas de un agente químico nervioso de la familia del Novichok”, precisó.

La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que “esto plantea cuestiones muy serias que sólo Rusia puede y debe responder”. Además, advirtió: “Hemos informado a nuestros socios de la UE y de la OTAN de los resultados de los análisis. Lo estudiaremos conjuntamente y, a la luz de la respuesta rusa, decidiremos sobre una reacción común adecuada”.

El envenenamiento de Navalni es un “crimen” que atenta contra “derechos y valores fundamentales”, argumentó la canciller después de que su portavoz habló de un “atentado con armas químicas”.

De inmediato, el Kremlin afirmó querer colaborar. “Estamos dispuestos e interesados en cooperar enteramente y a intercambiar informaciones sobre este tema con Alemania”, aseguró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, citado por la agencia pública de prensa RIA Novosti.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró: “Este es un acto despreciable y cobarde”.

Reino Unido señaló que Rusia “debe decir la verdad” y consideró “absolutamente inaceptable” el uso de un “arma química prohibida”, dijo el jefe de la diplomacia británica, Dominic Raab.

Estados Unidos se mostró “muy preocupado” por los resultados de las pruebas alemanas, y la OTAN pidió una investigación. “Rusia ya ha utilizado en el pasado el agente neurotóxico Novichok”, subrayó el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Precisó que Wa- shington trabajará con sus aliados “para que los responsables en Rusia rindan cuentas”.

El hospital berlinés donde está ingresado Navalny indicó que su estado de salud es “grave”, pero “continúa mejorando” y permanece “bajo asistencia respiratoria”. El líder opositor ruso, de 44 años, se sintió mal a bordo de un avión en Siberia el mes pasado. Inicialmente fue tratado en un hospital local, antes de ser traslado el 22 de agosto en una aeronave medicalizada a Alemania.

Este caso ha establecido paralelismos con dos presuntos envenenamientos en Reino Unido relacionados con el Kremlin.

En 2006, se culpó al presidente Vladimir Putin de la muerte por envenenamiento del exagente de la KGB Alexander Litvinenko en Londres. En 2018, el Kremlin fue de nuevo acusado de estar detrás del intento de asesinato del exagente doble Serguéi Skripal en Salisbury, en el suroeste de Inglaterra, utilizando Novichok.

El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, aseguró que el embajador ruso en Berlín fue “invitado urgentemente” a su despacho.

La UE, la OTAN, Estados Unidos, Francia y Londres ya habían presionado a Moscú sobre este asunto. El gobierno alemán prevé también “contactar a la Organización para la prohibición de las armas químicas [OIAC]”, puesto que agentes tóxicos como el Novichok están prohibidos por este organismo.

El agente muy tóxico, creado por los soviéticos en los años 80, se presenta regularmente bajo forma de polvo que puede penetrar los poros de la piel o las vías respiratorias. La esposa del opositor y sus allegados fueron informados de las conclusiones, según el portavoz Seibert.

Preguntado Peskov sobre si Rusia fue informada de las conclusiones del laboratorio alemán y si dispone de indicaciones sobre la utilización de este agente neurotóxico, respondió que “no”, según la agencia estatal Ria Novovsti. “Los resultados de varios análisis efectuados en el marco de las investigaciones no revelaron ninguna sustancia poderosa envenenada o intoxicante en el organismo de Navalni”, afirmó una fuente al interior de las fuerzas del orden citada por la otra agencia estatal rusa, Tass.

La portavoz de Exteriores, María Zajárova, pidió a Alemania que entregue cuanto antes en la embajada rusa en Berlín el material médico que confirme sus conclusiones.

“¿Qué importan aquí los políticos, el departamento de política exterior y los dirigentes alemanes? Necesitamos las fórmulas, las declaraciones de los institutos médicos, los documentos, que deben ser entregados en respuesta a la petición de la parte rusa (...) Está en juego el buen nombre de Berlín”, señaló.

Con respecto a las acusaciones contra Moscú, criticó el hecho de que los políticos intenten “reemplazar” a los médicos.

Para el entorno del opositor no hay duda. “Sólo el Estado pudo recurrir al Novichok. Va más allá de toda duda razonable”, estimó en Twitter Ivan Jdnaov, director del Fondo de Lucha contra la Corrupción, fundado por Navalni, al referirse a los servicios especiales rusos. Navalni es el principal opositor de Putin y es autor de publicaciones en las que denuncia la corrupción de las élites rusas que circulan ampliamente en las redes sociales.

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