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El ex presidente peruano Alan García exploró la opción de asilarse en México, Chile o Colombia antes de ingresar el pasado domingo 18 de noviembre a la residencia del embajador de Uruguay, Carlos Barros, en Lima , para pedir asilo diplomático a Montevideo , tras alegar que es perseguido por la denuncia en su contra por presunta corrupción en negocios con la constructora brasileña Odebrecht, reveló hoy el diario El Comercio, de Perú.
Luego de entrar a la casa del embajador y enfrentado a la posibilidad de que Uruguay rechazara su pedido y le pidiera que abandonara la casa, García envió a uno de sus emisarios a la embajada de Costa Rica en Lima para evaluar la posibilidad de que el gobierno costarricense le concediera asilo, aseguró el matutino limeño.
García, presidente de Perú de 1985 a 1990 y de 2006 a 2011, recibió el 17 de noviembre anterior una orden de impedimento de salida del país por 18 meses que dictó el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria Anticorrupción a solicitud de la Fiscalía General de Perú. La decisión judicial se basó en que el ex mandatario habría recibido dineros de Odebrecht , como parte de los presuntos sobornos que esa firma entregó para ganar un contrato sobre la construcción de una línea del metro en Lima.
De acuerdo con la información oficial, el juez Juan Sánchez , del Segundo Juzgado, sustentó su decisión de investigar a García e impedirle salir de Perú para aclarar la situación, en que los documentos suministrados por la compañía brasileña a las autoridades judiciales de Brasil confirmaron que el dinero entregado por Odebrecht al ex presidente tendría una fuente ilícita.
El gobierno de Perú negó reiteradamente que García sea un perseguido. La trama de Odebrecht, que en los dos últimos años se consolidó como uno de los más escandalosos casos internacionales de corrupción por la red de sobornos que la empresa estableció en diez países de América Latina y el Caribe para ganar contratos estatales, golpeó a la política peruana y también involucró a los ex presidentes peruanos Alejandro Toledo (2001—2006), Ollanta Humala (2011—2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016—2018).
Varios países.
El rotativo peruano publicó que, según sus fuentes diplomáticas, “antes o simultáneamente con sus tratos ante Uruguay, García consultó la posibilidad de asilo ante Colombia, México y también Chile”.
“Costaba creer que lo hiciera ante un país (Chile) con el que tenemos una relación tan intensa y compleja”, añadió.
Consultado por EL UNIVERSAL, el periodista peruano Fernando Vivas, autor del artículo, dijo que la gestión de García ante México fue previa a la decisión de entrar a la casa del embajador uruguayo.
EL UNIVERSAL
todavía sigue sin obtener una confirmación independiente sobre las revelaciones del periódico, uno de los más influyentes y prestigiosos de Perú.
¿Un no? Sobre el trámite con Costa Rica o “Protégeme San José”, el diario limeño aseguró que una declaraciones del presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez, para advertir que su gobierno se tomaría el tiempo necesario para resolver sobre la solicitud de García, habría “acrecentado” el temor del ex gobernante y de su entorno sobre “un ‘no’ uruguayo” y una “consiguiente invitación a abandonar la casa de Barros”.
Una fuente “muy confiable” contó a Vivas que “un emisario de García se acercó” a la embajada costarricense en Lima y fue recibido por el encargado de negocios de Costa Rica en esa nación, Charles Hernández, describió El Comercio.
“Este, con prudencia, no solo dijo que consultaría con sus superiores, lo que es obvio en estos casos”, sino que llamó a la cancillería peruana “a pedir información”, relató.
Basado en otra fuente diplomática, Vivas publicó que “la historia con Costa Rica es cierta”. El periódico registró la respuesta que Hernández le remitió por correo electrónico y en la que aclaró que “esta embajada no ha recibido ninguna solicitud oficial por parte del ex presidente Alan García o algún representante”.
Al respecto, El Comercio explicó que el mensaje del diplomático costarricense “no es una contradicción con la historia” publicada, “pues no se trató de una solicitud oficial sino de indagaciones previas”.
“La decisión uruguaya es impredecible y por eso es probable que García esté haciendo indagaciones ante otras embajadas. Si le dan el asilo, el gobierno (peruano) está obligado por convenio a otorgar el salvoconducto, pero al no haber plazo establecido, tendría un margen de juego y de suspenso”, indicó.
“Si se lo niegan, que es a lo que están apostando decididamente” el gobierno de Perú y su cancillería en estos días, “es probable que Uruguay le dé al huésped forzado un tiempo prudente para que abandone discretamente su residencia antes de hacer público el rechazo”, pronosticó.