La ex presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner , alegó hoy su inocencia en el marco de una causa en la que se investiga una “ asociación ilícita ” y que se ha convertido en uno de los mayores escándalos de corrupción en este país.
La actual senadora acudió este lunes a los tribunales por pedido del juez Claudio Bonadío , quien la llamó a indagatoria antes de decidir si la acusa formalmente de haber encabezado una red de sobornos en la que participaron exfuncionarios kirchneristas y renombrados empresarios.
Fernández de Kirchner
se negó a responder preguntas del juez y se limitó a entregar tres escritos en los que denunció nuevamente que es víctima de una persecución judicial y pidió la nulidad de esta nueva causa en su contra.
También recusó a Bonadío y al fiscal Carlos Stornelli por considerar que tienen una animosidad previa, tal y como lo han demostrado en diferentes procesos judiciales que involucran a la exmandataria o en sus declaraciones ante la prensa.
La causa judicial comenzó gracias a ocho cuadernos de Oscar Centeno, quien durante más de una década fue chofer de Roberto Baratta, uno de los exfuncionarios más influyentes de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández (2003-2015).
En esas páginas, que un amigo de Centeno entregó a un periodista de La Nación y este al fiscal Carlos Stornelli, el chofer registró, al mejor estilo de los servicios de espionaje , a dónde, cuándo y con quiénes llevaba a Baratta a recoger sobornos que los empresarios pagaban en efectivo.
De acuerdo con las anotaciones, Baratta recolectó durante más de una década por lo menos 200 millones de dólares y la mayoría del dinero terminó en manos de los Kirchner.
A pesar de la conmoción provocada por las denuncias de esta presunta red de corrupción, la transparencia y búsqueda real de justicia de la causa están en duda ante la parcialidad demostrada por el juez Bonadío.
En este caso, por ejemplo, el juez exigió al Senado el desafuero de la ex presidenta para poder allanar sus propiedades y detenerla a pesar de que ni siquiera la había indagado ni le había imputado formalmente ningún delito.
El próximo miércoles el Senado debatirá el desafuero de Fernández de Kirchner, pero se topa con la contradicción de que no ha expulsado a otro expresidente y senador, Carlos Menem, a pesar de que éste ya fue condenado por la justicia al haber sido encontrado culpable del tráfico de armas.
lsm