La Paz.— El presidente de Bolivia, Evo Morales, y su más cercano rival electoral, Carlos Mesa, llamaron ayer a la calma tras la muerte de dos personas en el este del país, en incidentes vinculados a las protestas desatadas después de los comicios del 20 de octubre.
“A los movimientos sociales, mi pedido: levanten su bloqueo. Y a los hermanos que están en paro en las ciudades: que levanten su paro [para] pacificar el país y esperar los resultados de la auditoría” de los expertos de la Organización de los Estados Americanos (OEA), dijo el mandatario.
Los bolivianos están confrontados desde hace 10 días por los resultados electorales. Los aliados de Morales exigen que se reconozca su triunfo para un cuarto mandato, mientras que sus adversarios denuncian un “fraude”.
“Nunca montamos fraude”, señaló Morales, quien dijo no temerle a los resultados de la auditoría. Sólo pensar que “Evo montaría fraude, es algo que no entiendo”, sostuvo. La auditoría, que arrancó este jueves en La Paz, concluirá en unas dos semanas y está a cargo de 30 técnicos enviados por la OEA. La organización dijo en un comunicado que los puntos que se revisarán en la auditoría “fueron expresados en conversación telefónica con el expresidente Carlos Mesa, quien había expresado su acuerdo respecto a los mismos”.
En una entrevista con la radio Panamericana, Morales fue consultado sobre las versiones de que declararía un estado de sitio, a lo que respondió que tenía “muchos pedidos” de hacerlo.
También “pedidos que salgan las Fuerzas Armadas. Quiero que sepan, no va a haber estado de sitio, no van a salir las Fuerzas Armadas a las calles. La policía con mucho esfuerzo está resistiendo estas arremetidas, estas provocaciones que vienen de los opositores”, dijo. Una manifestación de opositores se realizó al final del día en el centro de La Paz. Mesa indicó en un video en su Twitter que las muertes eran responsabilidad de los partidarios del gobierno.