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La Paz.— El presidente de Bolivia, Evo Morales, rechazó el ultimátum de 48 horas que le impuso la oposición para que presente su renuncia, advirtiendo que con el llamado de los opositores a los militares para que los apoyen éstos buscan generar caos, desestabilización y muertes.
En declaraciones ayer a la emisora Radio San Gabriel, Morales pidió el domingo no dejarse convencer por “los violentos” que sólo intentan generar caos y desestabilización promoviendo un golpe de Estado, ante el plazo de grupo cívicos bolivianos para que dimita en un plazo de 48 horas.
En un mitin el sábado en la noche, Luis Fernando Camacho, jefe de la entidad civil Santa Cruz, lanzó el ultimátum a Morales para que renuncie y llamó a los militares a colocarse “al lado del pueblo”, tras el polémico escrutinio de las elecciones del 20 de octubre que fue detenido tras mostrar una ventaja opositora, sólo para concluir con el anuncio del triunfo de Morales en primera vuelta.
“[Morales] tiene 48 horas para renunciar, porque el lunes a las siete de la noche aquí mismo vamos a tomar determinaciones y a garantizar que él se vaya”, declaró Camacho ante una multitud.
El mandatario dijo que con el llamado a los militares en la pugna política, sus rivales sólo intentan perpetrar muertes. “Los opositores están buscando muertos que vengan de la policía y las fuerzas armadas”, dijo Morales tras indicar que el pueblo está confundido. “Hay fraude [decían], ¿ahora qué dicen?: ‘Fuera Evo’; ya no es tema de fraude, es un golpe [de Estado]”, insistió Morales.
En este contexto, el presidente informó que de inmediato se reuniría con movimientos sociales afines para evaluar la situación y pidió a los ciudadanos defender el gobierno electo. En entrevista con Radio San Cristóbal, explicó que pidió una reunión de urgencia con dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) y de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), que agrupa a obreros, campesinos, indígenas y cocaleros afines al mandatario.
El gobernante sostuvo que la reunión es “para [ver] cómo planificar, [y] qué están pensando”, tras una gran concentración en su contra el sábado en la ciudad de Santa Cruz. “Yo dependo del pueblo”, recalcó.
“[Ya] esta mañana de emergencia, rapidito, nos hemos reunido con el vicepresidente [Álvaro García Linera], con algunos ministros, hay una reunión permanente para hacer una evaluación” de lo sucedido en Santa Cruz, en paro desde hace 12 días.
El opositor Carlos Mesa, contra quien se enfrentó Morales en los comicios presidenciales, acusó al presidente boliviano de llevar al país a una situación límite por no tener valor para renunciar tras las denuncias de fraude en su reelección.
“Evo tiene en sus manos la pacificación del país y la salida democrática a la crisis. Morales no tiene el valor para hacerlo y está provocando la petición de su renuncia, llevando al país a una situación límite”, advirtió Mesa en La Paz. Señaló que unas nuevas elecciones, con un renovado tribunal electoral, serían la vía de solución a la crisis.
México acompañará
El gobierno anunció una auditoría de las elecciones por parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Ayer la Cancillería boliviana dijo que la embajadora mexicana María Teresa Mercado y el exembajador español Carmelo Angulo acompañarán dicha auditoría.