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San José. – Una batalla en las urnas con impacto hemisférico se disputará hoy en la política boliviana cuando Evo Morales, personaje crucial del bloque izquierdista formado por Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, partirá como favorito y, sin descartar sorpresas, se jugará una cuestionada reelección consecutiva que le permitiría completar una gestión de 2006 a 2025 y afianzar al Socialismo del Siglo XXI y anti-Washington en el sur de América.
Aunque las encuestas dieron significativas ventajas a Morales, de 59 años y blanco de ataques internos y externos por las dudas legales para reelegirse, la oposición confió en el ex presidente Carlos Mesa como su principal candidato con la esperanza de que acortará distancias con el gobernante y prolongará la lucha a una segunda ronda, el próximo 15 de diciembre.
“La decisión” de hoy es “nítida y existencial”, alertó el ex presidente boliviano Jorge Quiroga, en un dramático mensaje en redes sociales a sus compatriotas en apoyo a Mesa, de 66, presidente de octubre de 2003 a junio de 2005, historiador, periodista y candidato de la coalición centroizquierdista Comunidad Ciudadana.
“Llegó la hora de escoger: democracia o autocracia” o soberanía popular o “tiranía masista”, añadió, al aludir al izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS), partido con el que Morales ganó tres comicios -2005, 2009 y 2014- para ser el gobernante de América Latina y el Caribe con más tiempo seguido en el poder: 13 años y 10 meses a hoy, 14 a enero de 2020 y, con un nuevo quinquenio a partir de ese mes, sumar 19.
La disyuntiva es “república boliviana o Madurolandia”, planteó, en referencia al cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aliado de Morales. “Libertad o dictadura, Carlos Mesa o Evo Morales. Yo escogí, votaré por una patria con democracia y libertad, votaré por Carlos Mesa”, anunció Quiroga, presidente de agosto de 2001 a agosto de 2002.
En respuesta a sus rivales, Morales urgió a sus simpatizantes en un mitin de campaña el miércoles anterior en el oriente del país a que “estemos unidos”, porque así “vamos” a derrotar a “los grupos que no quieren a Bolivia, a los separatistas, a los neoliberales”.
“El pueblo unido y organizado va a seguir triunfando”, proclamó, en un reiterado reto a sus adversarios: su continuidad en la presidencia. “La población es sabia”, desafió.
Por eso Quiroga atacó un factor esencial en los comicios de hoy: la prolongación indefinida de Morales en el poder junto a sus aliados de La Habana, Managua y Caracas.
Atacada por lo que Estados Unidos calificó como dictadura—sin elecciones libres, oposición, multipartidismo y otros ingredientes de la de democracia—, la revolución cubana cumplirá 61 años el próximo primero de enero, sin visos de apertura política.
Primero con Hugo Chávez (fallecido en 2013) y luego con Maduro, el régimen venezolano se instaló en febrero de 1999 y llegará en febrero de 2020 a 21 años de gobiernos consecutivos: 14 con Chávez y 7 con Maduro, empeñado en alcanzar 11 en su gestión hasta 2025 con 26 en total para el régimen.
Enfrentado a la peor crisis interna en Nicaragua desde 1990, el nicaragüense Daniel Ortega asumió en enero 2007, se aferró a la presidencia en elecciones de dudosa transparencia y, tras dos quinquenios sucesivos, inició el tercero en 2017 que debería concluir en 2022, con al menos 15 años de mando absoluto y con luz verde para la reelección consecutiva e indefinida.
¿Ilegal? Tras asumir bajo la Constitución de 1967 por primera vez en 2006, Morales convocó en ese año a las urnas para una Asamblea Constituyente que redactó una nueva Carta Magna, aprobada en referendo en 2009 y vigente desde ese año. El periodo presidencial pasó de cuatrienio a quinquenio y con permiso de reelegirse por “una sola vez” de manera continua.
Con la actual Constitución, su primer periodo, de enero de 2006 a enero de 2010, no contó y pudo elegirse en 2009 y reelegirse en 2014. Morales perdió en febrero de 2016 un referendo para reformar la Constitución y volver a aspirar.
Pero con el alegato de que reelegirse es un derecho humano, el Tribunal Constitución Plurinacional eliminó en noviembre de 2017 el límite constitucional y permitió la reelección consecutiva indefinida de Morales.
Éxitos. Pese a los ataques opositores contra su vena democrática, Morales acumuló éxitos en el flaco socioeconómico durante su gestión, en un país con 11,3 millones de habitantes. La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reportó que el número de bolivianos malnutridos bajó de 2.6 millones en 2006—2008 a 1.9 millones en 2016—2018 y que la prevalencia de la subalimentación se redujo de 28% en 2006—2008 a 17.1% en 2016—2018.
El Producto Interno Bruto (PIB) por persona subió de 4 mil 778 dólares en 2006 a 6 mil 986 en 2018, el índice de menores de 5 años con retraso en el crecimiento disminuyó de 27% en 2008 a 16.1% en 2016 y la anemia en mujeres en edad fértil, de 15 a 49 años, decreció de 33.1% en 2016 a 30.2% en 2016, aseguró la FAO.
El uso de servicios básicos de saneamiento aumentó del 40.9% de la población en 2006 a 60.7% en 2017, mientras que el porcentaje de bolivianos que utiliza al menos suministros esenciales de agua potable creció de 84.7 en 2006 a 92.2 en 2017, informó.
Con unos 5.3 millones de bolivianos insertados en la fuerza laboral, el desempleo fue del 3.5% en 2018, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El Banco Central de Bolivia registró una inflación anual de 11.85% a diciembre de 2008, de 5.19% a diciembre de 2014 y de 1.51% a diciembre de 2018, para ubicarla en 2.26% a septiembre de 2019, pero con un promedio mensual de 0.35% en este año y un acumulado de 1.51% en nueve meses.
Sin embargo, las riquezas generadas por la nacionalización en 2006 por parte de Morales de los hidrocarburos, así como de firmas de cemento, telefonía, minas y electricidad, tampoco se reflejó en una disminución de la pobreza.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reportó en 2018 que el país que menos redujo la pobreza en el área fue Bolivia, ya que la total (extrema y moderada) fue de 35% en 2015, de 35.3% en 2016 y de 35.2% en 2017, con una reducción de apenas o.1%. Unos 3,9 millones de bolivianos son pobres, según Cepal.
Cifras. Unos 7,3 millones de bolivianos podrán votar hoy para elegir presidente, vicepresidente, 130 diputados y 36 senadores del periodo del 22 de enero de 2020 al 22 de enero de 2025
Para triunfar en primera vuelta se requiere obtener más del 50% de los votos válidos o recibir un mínimo del 40% de esos sufragios, pero con una diferencia de al menos 10% sobre el segundo candidato más votado. De lo contrario, el cierre de la carrera en segunda ronda será entre los aspirantes que se ubiquen hoy en los dos primeros puestos.
Morales enfrentará a otros ocho candidatos de un variado abanico ideológico. Mesa fue el único que, según encuestas difundidas de julio a octubre de 2019, tiene posibilidad de poner en riesgo la continuidad de Morales.