Londres.— Los gobiernos de Europa toman posiciones ante una eventual incursión armada en Siria, en respuesta al presunto ataque con armas químicas registrado el sábado pasado en la ciudad de Douma, que dejó al menos 40 muertos.
Por una parte, Reino Unido y Francia han reiterado su apoyo a Estados Unidos para una respuesta contra el gobierno de Damasco, al que consideran responsable, mientras que Alemania e Italia rechazan decantarse por una operación militar.
El gobierno sirio “ha establecido un patrón de comportamiento peligroso en relación al uso de armas químicas”, coincidieron el presidente de EU, Donald Trump, y la primera ministra británica, Theresa May, durante una conversación telefónica.
“Se acordó que es vital que no se pase por alto el uso de armas químicas y que es necesario disuadir al régimen de [el presidente sirio Bashar al] Assad” contra el uso de estas armas, informó el gobierno británico en un comunicado. Una portavoz del gobierno de May agregó que aspiran a encontrar una respuesta común con EU y Francia para responder al supuesto ataque químico que la primera ministra británica calificó como “impactante y bárbaro”.
Medios de comunicación británicos informaron que Reino Unido ya tiene submarinos en posición preparados para lanzar misiles de crucero hacia Siria. El Ministerio de Defensa se negó a hacer comentarios al respecto.
La oposición pidió la participación del Parlamento de Londres en las decisiones sobre la crisis siria. “El Parlamento siempre debe tener voz y voto en la acción militar”, dijo el líder laborista Jeremy Corbyn.
Una fragata francesa y el destructor estadounidense USS Donald Cook, cargado con misiles de ataque terrestre Tomahawk, también han sido desplegados dentro del rango de alcance de Siria.
En Francia, el presidente Emmanuel Macron aseguró ayer en declaraciones a la tv francesa que su país tiene “pruebas de que se usaron armas químicas, al menos cloro, y que fueron usada por el régimen de Al-Assad” y agregó que su país trabaja “muy estrechamente” con Washington “y tenemos que tomar decisiones en el momento que elijamos, cuando consideremos que es más útil y efectivo”.
Holanda también se mostró a favor de “una acción militar proporcional” en Siria, siempre que las medidas diplomáticas, económicas y políticas se muestren insuficientes.
Por otra parte, Italia y Alemania han descartado su participación. Tras una conversación telefónica entre el primer ministro italiano en funciones, Paolo Gentiloni, y la canciller alemana, Angela Merkel, el gobierno romano dijo que “una solución estable y duradera para Siria podrá tenerse trabajando por la paz y dando espacio a las Naciones Unidas”.
Merkel condenó ayer el uso de armas químicas y descartó participar en una eventual ofensiva militar, aunque señaló que “si los miembros permanentes del Consejo de Seguridad [de la ONU] dan pasos más allá de las medidas diplomáticas, entonces actuaremos en apoyo”.
En tanto, en Washington, la Casa Blanca informó que el presidente Donald Trump y sus asesores de seguridad nacional siguen discutiendo las opciones sobre Siria pero “no se ha tomado una decisión final”.
“Seguimos evaluando información de inteligencia y estamos en conversaciones con nuestros socios y aliados”, informó la vocera de la Casa Blanca, Sara Sanders.
Después de lanzar una amenaza directa a Rusia el miércoles, al advertirle: “Prepárate Rusia, misiles llegarán a Siria”, ayer Trump suavizó sus comentarios. “Nunca dije cuándo podría tener lugar un ataque contra Siria. ¡Podría ser muy pronto o no tan pronto!”, escribió en Twitter.
Moscú no excluye guerra. Vassily Nebenzia, embajador de Moscú ante Naciones Unidas, dijo ayer que “no se puede descartar” la posibilidad de una guerra entre EU y su país e instó a Washington y a sus aliados a evitar realizar acciones militares sobre Siria.
“Esperamos que no haya un punto de no retorno”, agregó.
Rusia, que es aliada del gobierno de Al-Assad en Siria, pidió para hoy una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir la amenaza de acciones militares dirigidas por EU.
Mientras tanto, la armada rusa en Siria se preparaba para un inminente ataque. Buques y submarinos rusos atracados en la base siria de Tartus abandonaron ese puerto por motivos de seguridad, indicaron fuentes militares del Kremlin.