Bruselas.— La Unión Europea (UE) acordó ayer reducir el consumo de gas para ser menos dependiente de Rusia, que anunció un nuevo recorte de los suministros hacia Europa y lanzó bombardeos “masivos” en el sur de Ucrania.
“¡No era una misión imposible! Los ministros [de Energía de los 27 Estados miembros] llegaron a un acuerdo político sobre la reducción de la demanda de gas para el próximo invierno”, anunció en Twitter la presidencia checa, que ejerce la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
Ante la amenaza de una crisis energética avivada por los recortes de gas ruso, los ministros reunidos en Bruselas pactaron un plan de ahorro propuesto la semana pasada por la Comisión. El contenido fue ampliamente modificado, aunque sus grandes líneas permanecieron iguales.
El documento aprobado prevé que cada país haga “todo lo posible” para reducir en al menos 15% el consumo de gas entre agosto de 2022 y marzo de 2023, respecto a la media de los últimos cinco años del mismo periodo. En caso de “riesgo grave de penuria”, un mecanismo hará obligatoria esa reducción, pero el objetivo será adaptado a las realidades de cada país a través de una serie de exenciones.
“Este compromiso colectivo es muy significativo y nos ayudará a reponer las existencias antes del invierno”, celebró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Sin embargo, la implementación no parece que será sencilla. Hungría llamó “inaplicable y perjudicial” el plan.
Los ministros de Energía aprobaron la legislación un día después de que la corporación energética rusa Gazprom dijera que reduciría los flujos de gas a través del gasoducto Nord Stream 1 a Alemania a 20% de su capacidad a partir del miércoles. Los precios del gas natural subieron a su nivel más alto desde principios de marzo, según el índice de referencia TTF de Europa, y más de cinco veces lo que eran hace un año.
Rusia alega la necesidad de mantenimiento de una turbina, pero los países occidentales acusan a Moscú de usar su energía como “arma” en respuesta a las sanciones adoptadas por la invasión de Ucrania el 24 de febrero. Un portavoz del Kremlin dijo el martes que la reducción del suministro se debía a las sanciones occidentales tomadas contra Rusia tras la invasión de Ucrania.
Rusia suministraba alrededor de 40% del gas natural de Europa antes de la guerra, pero eso se ha reducido a alrededor de 15%, lo que ha disparado los precios y ha puesto a prueba a las industrias que consumen mucha energía. Las empresas advierten a menudo que no pueden cambiar de la noche a la mañana a otras fuentes de energía.
Según el acuerdo ministerial que se selló en menos de una semana, los países miembros de la UE son libres de decidir cuál es la mejor manera de cumplir el objetivo de reducir 15% de su uso promedio anual de gas durante los últimos cinco años.
“La UE está unida y solidaria. La decisión (...) ha dejado claro que los Estados miembros se opondrán a cualquier intento ruso de dividir a la UE utilizando el suministro energético como arma”, declaró el ministro checo de Energía, Jozef Sikela, en Bruselas. Su homólogo luxemburgués, Claude Turmes, comentó que reducir el consumo de gas era “la mejor manera de hacer frente al chantaje con gas de Putin”.
De los 27 Estados miembros, Hungría es el único que votó en contra del plan, al que el canciller húngaro tachó de “inaplicable y perjudicial”.
La reducción de 15% del consumo de gas había suscitado recelos de varios países miembros, entre ellos Polonia, España, Italia, Grecia y Portugal, que criticaron el hecho de que no tenía en cuenta las especificidades de cada uno. El plan de ahorro energético pretende aunar esfuerzos en caso de emergencia para ayudar sobre todo a Alemania, muy dependiente del gas ruso y cuya industria está muy ligada a las del conjunto de la UE.
“Si la industria química de Alemania tose, toda la industria europea puede detenerse”, advirtió la ministra francesa de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher.
En el terreno, la ofensiva rusa en Ucrania sigue su curso. Las autoridades ucranianas informaron el martes de bombardeos rusos “masivos” en el sur, cerca de los puertos de Odesa y Mikolaiv.
“En Odesa, se alcanzaron edificios residenciales de las aglomeraciones costeras sin dejar víctimas, según las primeras informaciones”, indicó el ejército ucraniano. El cuerpo armado también informó de bombardeos en la región de Mikolaiv, más al este, donde se atacó a “la infraestructura portuaria”.
El gobernador regional de Mikolaiv, Vitali Kim, también informó de un “bombardeo masivo” sobre la ciudad.
Estos nuevos ataques se producen después de otro el sábado en Odesa, el mayor puerto de Ucrania, apenas un día después de que se firmara un acuerdo entre Kiev y Moscú para exportar cereales a través de “corredores seguros” en el mar Negro.
El ataque generó una oleada de condenas y generó dudas sobre la posibilidad de implementar el histórico convenio, auspiciado por la ONU con la mediación de Turquía. El lunes, Kiev aseguró, sin embargo, que esperaba reanudar las exportaciones “esta semana”. En el este, tres civiles murieron las últimas 24 horas en la región de Donetsk, según el gobernador Pavlo Kyrylenko. En esa región, que junto a Lugansk conforma el Donbás, también fueron bombardeadas la madrugada del martes Toretsk, Avdivka, Márinka y Krasnogórivka, según la misma fuente. El funcionario también informó de ataques en Bajmut y Sloviansk.
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