Salzburgo, Austria.— Los líderes de la Unión Europea (UE) presionaron ayer a Reino Unido para alcanzar un acuerdo sobre el Brexit en octubre y advirtieron a la primera ministra Theresa May que si no cede en materia comercial ni en el tema de la frontera con Irlanda, están dispuestos a afrontar el nuevo escenario.
Don't worry, be happy (No se preocupen, sean felices), dijo bromeando con periodistas el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tras una cumbre en Austria, en la que dijo que Europa está preparada si no se llega a un acuerdo antes de que Reino Unido deba abandonar el bloque en marzo de 2019.
May prometió nuevas propuestas para garantizar a Dublín que no tendrá “una frontera dura” con Irlanda del Norte, pero advirtió que no tendría problemas si no se llega a un acuerdo, aunque muchos miembros de la cumbre en Salzburgo vieron esas declaraciones más como una estrategia de negociación que como una amenaza creíble.
La primera ministra británica dijo también que su propuesta sobre comercio con la UE, que tenían por objetivo resolver las disputas sobre la frontera de Irlanda del Norte, eran el único camino a seguir, pero los líderes de la UE reiteraron su opinión de que esas propuestas debilitarán su mercado único.
Sin embargo, los líderes de la UE se muestran positivos. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que la cumbre del 18 de octubre en Bruselas será el “momento de la verdad” para superar los problemas que persisten, mientras que los líderes europeos aseguraron que el fin de semana del 17 y 18 de noviembre es una buena fecha para formalizar el acuerdo.
Tanto May como la canciller alemana, Angela Merkel, son de las que insisten en que todavía hay “mucho trabajo” por hacer.
La primera ministra británica enfrenta una fuerte presión interna. El diario británico The Guardian publica en su primera plana de este viernes el titular: “May humillada, mientras los líderes europeos le dicen: tu plan del Brexit no funcionará”.
Diputados de la oposición laborista y miembros del Partido Conservador, críticos con May, le pidieron replantear su plan para el Brexit. El diputado conservador Jacob Rees-Mogg, uno de los líderes de la facción más euroescéptica, afirmó que May debe admitir que su proyecto no funcionará.
Rees-Mogg, presidente del grupo “pro Brexit” European Research Group, dijo que Reino Unido se esperaba que la Unión Europea “aflojara” sus posiciones respecto al Brexit en la reunión de Salzburgo, lo que no ocurrió. “Al contrario, se ha hecho más firme. Creo que ahora mismo Chequers (el nombre con el que se conoce el plan de May para el Brexit) no tiene ningún partidario. Creo que ni siquiera el gato de Downing Street debe apoyarlo, dijo el político conservador.
El premier de Malta, Joseph Muscat, abogó por un segundo referéndum sobre el Brexit.