Madrid

La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México tendrá para España más repercusiones políticas que económicas, debido al perfil ideológico del mexicano y la vulnerabilidad del gobierno español, que podría verse obligado a convocar a elecciones anticipadas.

“Si se mantuviera el gobierno de [el socialista] Pedro Sánchez, habría más afinidad con López Obrador, no sólo ideológica sino puede incluso que personal. Pero España está en una inestabilidad política a corto y mediano plazo que, creo, va a terminar reflejándose en las relaciones”, señala a EL UNIVERSAL Rafael Calduch, Doctor en Ciencias Políticas y catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid.

“Por su propia configuración ideológica, López Obrador lógicamente va a revisar algunas de las políticas, tanto a nivel interno como internacional, que había mantenido México con anterioridad. Y este hecho, unido a la inestabilidad gubernamental en España, puede que se deje sentir en el primer año”, agrega el académico y socio fundador de International Political Risks Analysis.

“En 2019 podríamos ver políticamente un cierto distanciamiento, pero por la propia situación de los dos países, con la llegada de López Obrador y la falta de interlocución que se puede encontrar por la parte española. Pero creo que eso no afectará a las relaciones económicas y comerciales”, asegura Calduch.

Aun así, considera que las ligas entre las economías de los dos países son muy fuertes, más porque México acaba de renegociar el acuerdo de asociación con la Unión Europea, por lo que en este ámbito la situación se mantendrá o mejorará. La política de Estado entre los dos países está muy consolidada y en buena medida no se basa sólo en las relaciones bilaterales, sino en la necesidad que tiene México de seguir fortaleciendo su vínculo con Europa como alternativa a las presiones que está recibiendo, tanto políticas como económicas, por parte de la administración del presidente estadounidense Donald Trump.

“Creo que sea cual sea la composición del gobierno español tras las próximas elecciones, muy probablemente de coalición, lo fundamental de las relaciones entre España y México va a continuar, si no resultan fortalecidas”, refiere el catedrático antes de puntualizar que para la mayoría de los españoles López Obrador es un gran desconocido.

“La percepción que se tiene de López Obrador es en círculos reducidos de la política, la economía o la academia. Y en este marco la sensación es de expectativa ante las decisiones que puedan afectar las relaciones bilaterales y que darían una idea de cómo puede ser su mandato”, indica.

Señala que la paralización de grandes proyectos de infraestructura, como el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México, son medidas que generan incertidumbre jurídica y que pueden repercutir en las relaciones económicas y financieras debido sobre todo al gran volumen de las inversiones españolas en México.

“Aunque ese tipo de iniciativas generan inseguridad, a España y a México les interesa mantener las relaciones que tienen. Creo que López Obrador buscará alternativas para que los perjuicios a las empresas españolas sean mínimos, porque de lo contrario se podría encontrar con reclamos en la Comisión Internacional arbitral de Iberoamérica”, indica el politólogo.

La mayor preocupación de Europa ante el arribo de López Obrador es la debilidad del Estado mexicano frente a los problemas de inseguridad ciudadana y el narcotráfico.

“Particularmente en España está empezando a surgir cierta preocupación sobre en qué medida el Estado mexicano puede, si no acabar con las lacras del narcotráfico, por lo menos tener un cierto control sobre el mismo. Ello, unido al deterioro de las relaciones entre México y Estados Unidos, pues es algo que obviamente se observa con preocupación tanto en España como en Europa”, expone.

“Las relaciones de Europa y México forman parte de una apuesta estratégica que creo que es acertada ya que México es una potencia media, pero una potencia media decisiva para toda el región. Europa busca en México un socio sólido para el área latinoamericana y una alternativa a mercados como el de Venezuela, que están completamente en crisis”, concluye el experto en relaciones internacionales.

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