Bruselas.— El Parlamento Europeo encendió ayer la señal de alarma ante su “profunda preocupación” por la situación de los migrantes y solicitantes de asilo en la frontera entre México y Estados Unidos.

La alerta fue lanzada tras aprobar una resolución que hace señalamientos sobre los ataques a las normas democráticas por parte de la política migratoria del presidente estadounidense, Donald Trump, al tiempo que lamenta la decisión del gobierno mexicano de revertir su política de puertas abiertas.

La Eurocámara “muestra su preocupación por los cambios introducidos recientemente en las políticas migratorias adoptadas por las autoridades mexicanas y pide al gobierno mexicano que respete las normas internacionales y de derecho en materia de derechos humanos al abordar la cuestión”.

Hace hincapié en que “el Ejército no es el instrumento adecuado para abordar las situaciones migratorias”; señala que los hechos en la frontera deben ser abordados por unas fuerzas policiacas especializadas, que hayan recibido una formación adecuada e instrucciones en relación con el respeto de los derechos humanos y la dignidad de los migrantes”.

La resolución fue aprobada por 330 votos a favor, 252 en contra y 55 abstenciones. Contó con el apoyo de liberales, socialistas, verdes y la izquierda unida, mientras que el Partido Popular Europeo (PPE) decidió no sumarse.

La votación fue realizada luego de un debate que duró aproximadamente media hora y contó con la intervención de 17 eurodiputados. La eurodiputada Tineke Strik abrió la sesión celebrada en el hemiciclo de Estrasburgo diciendo: “En esta resolución pedimos a ambos países que cumplan sus obligaciones internacionales”, resaltando las infracciones al derecho internacional por parte de la política migratoria de Trump y las condiciones de explotación y violencia que enfrentan los solicitantes de asilo en México.

“Hay que lanzar un mensaje claro de que violar los derechos humanos de forma racista y sexista, y atacar a quienes defienden los derechos humanos no tiene cabida en una democracia moderna”, dijo la eurodiputada socialista Jackie Jones.

Los detractores, como el eurodiputado español del Grupo de los Conservadores, Herman Tertsch, denunciaron que la Eurocámara pretende “obligar al gobierno de Estados Unidos a renunciar al derecho a defender sus fronteras, su soberanía y legalidad”.

Los miembros del PPE, la fuerza más numerosa, justificaron su oposición; la eurodiputada Isabel Lima consideró que el documento no presenta de manera equilibrada la responsabilidad que le toca a México en la crisis migratoria, así como tampoco toma en cuenta la situación política de la región.

El Comisario Europeo de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides, fue el último en tomar la palabra. Aseguró que la problemática migratoria sólo podrá ser atajada con una compleja coordinación internacional dirigida a atender las causas de raíz que impulsan la inmigración y el desplazamiento forzoso. Lanzó una invitación a una cooperación entre la UE, México y Estados Unidos para permitir una movilización ordenada, se evite la ilegalidad y se luche contra el tráfico y la trata. Reiteró su apoyo al plan de desarrollo para México y Centroamérica.

La resolución hace una amplia reflexión de la política migratoria en EU y de la emergencia humanitaria en la frontera entre México y Estados Unidos, “donde se detiene a los migrantes y los solicitantes de asilo en el lado estadounidense tras cruzar la frontera.

“La situación de los niños es particularmente alarmante y condenable, porque cientos languidecen en campamentos en la frontera o permanecen encerrados en centros de detención que no cumplen las normas mínimas de derechos humanos”, denuncia. Señala que en lo que va del año, 197 personas han fallecido al intentar cruzar el río Bravo, de ellos, al menos 13 menores. El número de muertes ha registrado un aumento constante entre 2014 y 2018, más de mil 900 personas han perdido la vida.

Los eurodiputados expresan su preocupación por las deplorables condiciones en los centros de internamiento en EU, destacan que las medidas de gestión fronteriza deben cumplir las obligaciones a escala internacional y lamentan el uso de la separación de las familias. Manifiestan su preocupación por las redadas, consideran que las amenazas de aranceles punitivos son contraproducentes y no contribuyen a soluciones sostenibles y piden al gobierno de Trump suspender la separación de las familias.

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