El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está abierto a que se realicen conversaciones directas entre su país y Corea del Norte, informó ayer la Casa Blanca, mientras el mandatario surcoreano Moon Jae-In dijo estar dispuesto a mantener una cumbre con su vecino.
En una llamada telefónica con Moon, Trump se mostró abierto a conversar con Pyongyang “en el momento apropiado y bajo las circunstancias apropiadas”, según la Casa Blanca. Tras dos años de crecientes tensiones en la península coreana debido a la intensificación de los programas nuclear y balístico de Pyongyang, la situación se apaciguó repentinamente a comienzos de 2018.
Delegados norcoreanos y surcoreanos se entrevistaron el martes por primera vez desde diciembre de 2015 durante una reunión en la que Corea del Norte aceptó enviar una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno que serán celebrados en febrero en la ciudad de Pyeongchang, Corea del Sur.
La reunión tuvo lugar en Panmunjom, ciudad fronteriza en la que se firmó el alto el fuego de la guerra de Corea (1950-1953), en la zona desmilitarizada (DMZ) que divide la península.
Moon, que fue elegido en mayo con un mensaje a favor del diálogo con el Norte, dijo estar dispuesto a celebrar una cumbre con Pyongyang “en cualquier momento”, pero “bajo las condiciones apropiadas”, para resolver uno de los asuntos más espinosos del mundo.
Según el informe de la conversación con Moon publicada por la presidencia surcoreana, Trump también dijo que “no habrá acción militar [por parte de Estados Unidos] durante el diálogo entre las dos Coreas”.
En este marco, Trump anticipó en conferencia de prensa que el mundo disfrutará de “un largo periodo de paz” gracias a su filosofía de “paz a través de la fuerza”. “Tenemos, ciertamente, problemas con Corea del Norte, pero se están produciendo muchas conversaciones buenas ahora mismo”, afirmó.