Panamá.— Las autoridades de seguridad de Estados Unidos, América Central y Colombia acordaron ayer adoptar mayores controles migratorios para golpear las redes dedicadas al tráfico de personas como parte de un nuevo y más amplio esfuerzo regional para frenar la migración irregular desde Sudamérica al norte del hemisferio.
Al final de una reunión del secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kevin McAleenan y los ministros de Seguridad y Gobernación de Centroamérica y Colombia, se decidió invitar a Ecuador y a México para el próximo encuentro que tentativamente se realizará en un mes en territorio colombiano. Involucrar a Ecuador en estos esfuerzos obedece a que es uno de los países sudamericanos a donde llegan y transitan los millares de migrantes de Cuba, Haití y de países africanos y asiáticos que luego se arriesgan a cruzar por la peligrosa frontera colombo-panameño en su afán de arribar a Estados Unidos.
“Este es un reto regional. Las organizaciones criminales que estamos tratando de abordar son transfronterizas, no afectan sólo a nuestras naciones y la única manera que podemos lograrlo es colaborando juntos para compartir información, pero también con acciones concretas”, indicó McAleenan.
Aunque en la declaración no se mencionan medidas concretas para desbaratar las organizaciones criminales transnacionales, el documento destaca que “cada país debe tomar la iniciativa de adoptar controles mayores para contrarrestar el tráfico [de personas]”.
Esos controles tendrían que ver con leyes migratorias más estrictas y una mayor vigilancia en las fronteras, según el ministro de Seguridad de Panamá, Rolando Mirones. A pedido de Estados Unidos, a la reunión de ayer se sumaron Costa Rica y Colombia, por ser naciones de tránsito en el flujo que se da a través de Sudamérica.