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Washington.— En un intento por frenar las protestas antirracistas, vigilias y mítines en un centenar de ciudades de Estados Unidos, se impusieron toques de queda y 5 mil soldados de la Guardia Nacional, cuya labor fue avalada por el presidente Donald Trump, vigilaban las calles en 15 estados y en Washington, y otros 2 mil están listos para intervenir de ser necesario.
Además, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) está desplegando agentes en todo el país para sumar esfuerzos para controlar las movilizaciones por la muerte del afroamericano George Floyd durante su detención, hace una semana. Normalmente los agentes de la CBP se concentran en las zonas limítrofes.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles criticó la decisión de desplegar a unos agentes de CBP que tienen un “historial de abuso y mal uso del poder”.
El despliegue de las fuerzas del orden busca hacer frente a los saqueos y violencia que ha empañadon las protestas, por lo que en 25 ciudades se ha impuesto el toque de queda como medida de contención.
Presidente, ni tan seguro
El viernes, las protestas frente a la Casa Blanca se tornaron violentas y anoche medios como The New York Times, CNN y NBC revelaron que Trump fue llevado al búnker del inmueble de manera precautoria. Ahí habría permanecido menos de una hora, dijo la televisora, citando a una fuente de la sede presidencial.
Desde Boston hasta San Francisco, los inconformes volvieron ayer a salir a las calles: la gente saqueó tiendas a plena luz del día en Philadelphia y Santa Mónica, California, y un tráiler embistió a una multitud que bloqueó una carretera en Minneapolis, Minnesota, sin dejar lesionados.
El gobernador de Minnesota, Tim Walz anunció ayer la ampliación por un día más del toque de queda nocturno, de las 20:00 a 6:00 horas, en Minneapolis, epicentro de las manifestaciones raciales, y la demarcación vecina Saint Paul.
Las autoridades han declarado el toque de queda nocturno en un total de 25 ciudades de 16 estados. Entre las ciudades con esa medida están Los Ángeles, Denver, Miami, Atlanta, Chicago, Louisville, Rochester, Cleveland, Portland, Philadelphia, Pittsburgh, Charleston, Nashville, Salt Lake City, Seattle y Wisconsin.
Tras los saqueos del sábado por la noche, Detroit y Washington D.C. se sumaron ayer a las urbes con toques de queda. La capital estadounidense es una de las zonas donde se desplegó la Guardia Nacional, además de la policía, y por la noche hubo enfrentamientos con manifestantes, que quemaron una patrulla.
En Nueva York, miles de personas salieron para mostrar su apoyo a la causa e indignación por la brutalidad policial del sábado, cuando se produjeron duros disturbios en varios puntos, que se saldaron con 350 detenciones. El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, ordenó investigar el caso de los policías que embistieron a manifestantes en Brooklyn.
Trump anunció ayer que su gobierno incluirá al movimiento de extrema izquierda Antifa en su lista de organizaciones terroristas. Atribuyó a este movimiento y a otros extremistas radicales los desbordes violentos de las manifestaciones.
En una serie de tuits, también felicitó a las fuerzas del orden por controlar la situación en Minneapolis, donde murió Floyd. El agente que le presionó el cuello hasta dejarlo inconsciente está acusado de homicidio en tercer grado.