Miami.— Arizona, el estado de la Unión Americana por donde ingresaron cerca de 200 mil migrantes en el año fiscal 2021, de acuerdo con el Centro de Estudios de Inmigración (CIS, por sus siglas en ingles), podría ser gobernado por Marco López, nacido en Sonora, quien promete invertir en educación, salud y oportunidades para todos y advierte que la economía del estado “necesita a los migrantes”.

López, criado en Nogales, Arizona, mexicano de nacimiento, pero estadounidense por servicio, se relacionó siendo muy joven con la política estadounidense, al grado de haber sido a los 22 años el alcalde más joven en la historia de la Unión Americana, al gobernar Nogales, Arizona.

Ahora quiere ser gobernador de todo el estado, y critica la división que ha generado el Partido Republicano, sobre todo en el tema migratorio. López, quien creció en el seno de una familia humilde, de padre plomero y madre dedicada a la venta de piñatas, subraya que las leyes estadounidenses “dan la oportunidad a cualquier migrante que busca refugio y asilo a que presenten su caso” y que eso hay que respetarlo. Sobre el uso de la Guardia Nacional en México para contener a los migrantes, opina que sería mejor si se enfocaran en “el combate al narcotráfico”.

Este martes, López se jugará la candidatura por la gubernatura en las primarias demócratas, donde se enfrenta a Katie Hobbs, secretaria de Estado de Arizona. Esto es lo que dijo en entrevista con EL UNIVERSAL:

¿Cómo resumirías tu trayectoria para ganar la gubernatura de Arizona?

—Una de las cosas que siempre inculcaron mis padres a mis hermanas y a mí, era lo importante de participar en nuestras comunidades cuando las oportunidades se nos dieran. A los 22 años fui alcalde de Nogales, Arizona; siempre buscando cómo participar y cómo abrir el ayuntamiento para que la gente se sintiera que podía participar en el sistema democrático del ayuntamiento. De ahí me fui al nivel estatal como director del Departamento de Comercio del estado de Arizona, invitado por la gobernadora —de ese momento— Janet Napolitano. Y en 2009 participé en la administración del presidente Barak Obama como Jefe de Aduanas y Seguridad Fronteriza. Tres años estuve en ese cargo; ahí conocí muy de cerca todo lo relacionado con la frontera, la migración, pero también del comercio entre México y Estados Unidos y particularmente para el estado de Arizona. Ahora ya tengo 10 años en el sector privado, buscando y ofreciendo trabajo para los arizonenses.

¿Cómo ves a la comunidad hispana y mexicana en Arizona y qué perseguirías como gobernador?

—Arizona tiene un gran potencial y no lo estamos aprovechando porque no hemos tenido una visión de crecimiento para las comunidades más diversas y en este caso, para las comunidades hispanas. Hoy, 33% de la población en Arizona son méxico-americanos y vivimos en un estado que está [ranqueado] en el número 49 —a nivel nacional— en inversión educativa. Tenemos a 800 mil arizonenses que no tienen acceso al sistema de salud. Vamos a poder obtener oportunidades y lograr inversión en este estado, pues se sigue quedando atrás porque no tenemos una población preparada, una población con las herramientas para poder tener éxito para sus familias.

Eso es lo que me motiva. El año pasado iniciamos esta campaña, en marzo de 2021, con el objetivo de regresar una vez más a un estado donde todas las familias y todas las personas tengan oportunidades de tener éxito, basado en la inversión económica en el sistema educativo y en el de salud. Porque sabemos que familias y personas con salud, con educación, pueden lograr un buen trabajo, una buena oportunidad.

¿Cómo se sienten los habitantes de Arizona que no son de origen hispano, de origen mexicano, respecto a tu candidatura para gobernador?

—Desde 1974 no hemos tenido un gobernador de alguna minoría. El último se llamó Raúl Castro, originario de Cananea, Sonora. Desde entonces no tenemos un gobernador hispano. Entonces ha llamado mucho la atención y, sobre todo, por ser un candidato que tiene la experiencia en los tres niveles de gobierno y en el sector privado.

Estamos en una época de personas que buscan el cambio, estamos en un periodo político muy dividido. El Partido Republicano sigue insistiendo en la división y enfocado en el tema migratorio. Si vemos las campañas que han estado apoyando, todo es en contra de la diversidad, porque saben que cada persona que migra a Estados Unidos logra su ciudadanía, es más probable que vote por el Partido Demócrata. Y como se dan cuenta de que esa comunidad—hispana llegada de afuera— es la que está creciendo más, especialmente la méxico-americana, lo ven como algo preocupante, en el sentido de que no tienen una oferta sobre cómo incluir a la comunidad hispana a sus filas de partido; entonces, buscan bloquear, hacer más difícil el proceso y asustar a su base —republicana— para contrarrestar a personas como yo. Pero eso ha motivado a muchas personas, republicanos moderados, a personas registradas como independientes, a votar como demócratas.

¿Cómo enfrenta Marco López los esfuerzos republicanos por señalar a los migrantes mexicanos como violadores y criminales?

—Es muy interesante, porque como yo soy originario de la frontera y he estado en el tema económico fronterizo y además manejé la seguridad en la frontera, les ha dado mucha dificultad pintarme con esa brocha de decir: Marco López va a abrir la frontera. Es lo que han señalado en contra de otros candidatos. Ahora se les ha hecho más difícil, porque a alguien que ha estado al frente de la seguridad fronteriza no se le puede pintar como a una persona que va a estar abriendo la frontera. A quien sí han atacado duramente es a mi contrincante —de partido—, una mujer anglosajona —blanca—, que no tiene experiencia en la frontera. Han sacado anuncios en la televisión, pintándola como una persona débil.

Cómo gobernador de Arizona, ¿cómo vas a tratar a los migrantes que crucen por tu estado para pedir asilo en Estados Unidos?

—Nuestras leyes federales dan la oportunidad a cualquier migrante que busca refugio y asilo a que presenten su caso. Y tenemos que respetarlo. Lo importante aquí es insistir en que el gobierno federal tenga los preparativos en la frontera para poder procesar las solicitudes de los migrantes; porque si no lo hacemos de esa manera, si no insistimos en que el gobierno federal ponga los recursos, tenga los jueces, los abogados, que los migrantes tengan acceso a ese proceso, entonces los que salen ganando son los coyotes, esas personas que buscan lucrar saltándose la vía legal, llevándolos por lugares muy peligrosos como el desierto o la montaña.

Aquí lo importante es no dejar que los elementos negativos se salgan con la suya y la mejor manera es fortaleciendo el proceso legal para que los migrantes puedan registrar —sus solicitudes de asilo. Nuestra economía los necesita, no únicamente a quienes piden asilo, también a quienes buscan una mejor vida. Mis padres hicieron su proceso en orden y así debemos hacerlo para todos, este es un país de leyes.

¿Qué opinas del uso de la Guardia Nacional por parte de la administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para detener a los migrantes que buscan llegar a la frontera con Estados Unidos?

—Entiendo que esto fue parte de la insistencia del expresidente Donald Trump, para tratar de contener a los migrantes en territorio mexicano. En mi opinión muy personal, esos elementos —de la Guardia Nacional— estarían mejor destinados para el combate al narcotráfico, la criminalidad de los cárteles; creo que ese debe ser el objetivo y no el de ser policías de migración. Así es como se ve, lo que se lee y se escucha aquí. Debo decir que no sé cuáles sean los estatus de la Guardia Nacional mexicana y cuál es su objetivo principal. Yo nunca pensé que fuera para hacer tareas de migración.

¿Qué opinas sobre un gobernador como el de Texas, Greg Abbot, quien incluso ha dicho estar dispuesto a declarar su estado en emergencia por una “invasión” de migrantes?

—Es parte de la ignorancia. Es parte de un juego político que los ha beneficiado [a los republicanos]. Me da mucha pena cuando veo a gobernadores como Greg Abbot o el actual gobernador de Arizona, Doug Ducey, quienes se aprovechan de las necesidades de los migrantes, que vienen buscando una mejor vida, y ellos los señalan como la causa de los males de estos estados, tratando de favorecerse para formalizar sus bases republicanas, en busca de votos para la próxima elección. Esas actitudes no deben de tener espacio y la gente no debería de favorecer a políticos que están dispuestos a jugar ese tipo de juegos. Este tipo de políticos sólo quieren lucrar con las necesidades de otros seres humanos y no se vale.

Los hispanos tienen fama de no salir a votar en Estados Unidos. ¿Cómo crees que respondan en Arizona ante tu postulación para gobernador?

—En todo el país, más de 50 millones de hispanos —la mayoría de origen mexicano—, tienen la fuerza de poder lograr decisiones. Tienen la fuerza económica y también tienen la fuerza de su voz y en muchos estados tienen la fuerza de su voto. Lástima que participan muy poco [en las votaciones]. Y eso es algo que debemos cambiar.

Nos quejamos de lo que hacen gobernadores como Abbot o Ducey, pero no participamos, y debemos hacerlo, salir a votar; es muy triste ver que en el estado de Arizona tenemos a 2 millones de hispanos; aproximadamente un millón y medio se pueden registrar para votar, pero llegado el día solo salen a votar 500 mil. Imagínate si en lugar de 500 mil salieran a votar 800 mil, un millón. Harían —los hispanos— la diferencia en este estado; pueden hacer la diferencia en Texas, en Florida, en muchos otros estados que hoy están gobernados por republicanos que han usado la migración para dividir.

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