El cadete saudita que mató a tres soldados estadounidenses en un atentado en una base naval en Florida hace cinco meses tenía "vínculos importantes" con el grupo yihadista Al Qaeda "incluso antes de llegar a Estados Unidos ", dijo el lunes el fiscal general, Bill Barr.
Un militar saudita en entrenamiento en Estados Unidos, Mohammed Alshamrani, de 21 años, abrió fuego el 6 de diciembre en la base de Pensacola en Florida, dejando tres muertos y ocho heridos antes de ser abatido por la policía.
Tras acceder a los datos de los teléfonos celulares del militar saudita en entrenamiento en Estados Unidos Mohammed Alshamrani, abatido por la policía en el tiroteo del 6 de diciembre en la base de Pensacola, los investigadores establecieron que había sido radicalizado desde al menos 2015 y que su ataque fue "resultado de años de planificación y preparación", dijo el director del FBI, Christopher Wray, en una conferencia de prensa.
A principios de febrero, el atentado fue reivindicado por la rama yemení del grupo yihadista Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), y pocos días después Washington anunció que había "eliminado" a su líder Qassim al Rimi en una operación secreta.
Pero hasta ahora nada permitía afirmar si Alshamrani se había inspirado en el grupo o si había estado en contacto directo con sus miembros.
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Los investigadores estadounidenses, que le pidieron sin suerte a Apple que les dejara acceder a los datos de los teléfonos del atacante, finalmente lograron recuperarlos por su cuenta, dijo Barr, reprochando al gigante californiano por no cooperar.
Los datos recopilados muestran que Alshamrani había ideado su plan durante años y que estuvo en contacto con agentes de AQPA durante su estadía en Estados Unidos "hasta la víspera del ataque", dijo Wray.
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"No solo coordinó el ataque con ellos en términos de planificación y tácticas, sino que también los ayudó a aprovechar al máximo los asesinatos" al registrar un testamento con fines de propaganda, dijo el jefe del FBI.
Según el grupo de expertos New America, este es el primer ataque mortal en suelo estadounidense llevado a cabo tan de cerca con Al Qaida desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.
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