Doha.— Los cinco estadounidenses liberados por Irán como parte de un canje de prisioneros llegaron ayer a Qatar, que medió en el acuerdo logrado tras el desbloqueo de fondos iraníes retenidos por las sanciones contra Teherán.
El avión aterrizó en Doha, cerca de las 17:40 (14:40 GMT), unas horas después de que los fondos retenidos fueran depositados en cuentas iraníes.
El empresario estadounidense Siamak Namazi, nacido en Teherán, preso desde 2015 acusado de espionaje, agradeció al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por ignorar las presiones políticas internas y tomar “decisiones difíciles”.
Dos de los cinco prisioneros iraníes liberados por Estados Unidos ya llegaron a Doha, para regresar luego a Irán, indicaron medios de este país. Los otros tres fueron liberados también, pero no quieren ir a Irán, según la agencia Tasnim.
El canje, acordado en agosto, fue el fruto de meses de negociaciones entre Estados Unidos e Irán bajo la mediación de Qatar. La liberación de los fondos retenidos por Corea del Sur en virtud de las sanciones impuestas por EU a Irán, era una condición clave para el intercambio de cinco detenidos de cada lado.
El gobernador del Banco Central de Irán, Mohamad Reza Farzin, confirmó que se realizó la transferencia y dijo que Teherán va a llevar a Corea del Sur a la justicia por haber retenido los fondos.
El equivalente a 5 mil 950 millones de dólares fue depositado en seis cuentas iraníes en dos bancos de Qatar, declaró el jefe del emisor de la República Islámica.
La Casa Blanca negó que el desbloqueo de los fondos iraníes equivalga al pago de rescate por los presos y dijo que tampoco es “un cheque en blanco”. El gobierno de Biden insistió en que Irán sólo puede usar el dinero para alimentos, medicinas e insumos humanitarios.
Coincidiendo con el canje de los cinco presos, Estados Unidos anunció sanciones contra el Ministerio iraní de Inteligencia y el expresidente Mahmud Ahmadinejad.
En un comunicado, el Departamento del Tesoro informó que las sanciones contra el expresidente están motivadas por haber brindado apoyo material al Ministerio iraní de Inteligencia y Seguridad (MOIS), que también fue sancionado, pero por el Departamento de Estado, mismo que señala al MOIS de ser responsable o cómplice, directa o indirectamente, en la toma de estadounidenses como rehenes o “en la detención injusta de un ciudadano estadounidense en el extranjero”.
El MOIS había sido sancionado previamente como responsable de la comisión de abusos a los derechos humanos contra el pueblo iraní y por brindar apoyo a Hezbolá, Hamas y Al-Qaeda, y a la Dirección General de Inteligencia de Siria. También por participar en actividades cibernéticas contra Estados Unidos.