Miami.— Este 4 de julio se conmemoran los 247 años de la independencia de Estados Unidos y para varios analistas es una fecha para reflexionar seriamente sobre la manera en que se están ejerciendo los derechos individuales y humanos en la nación más poderosa del mundo.
“Parece mentira, pero en el país considerado con mayores libertades y grandes atributos de respeto, aún vienen arrastrando una serie de desafíos sociales que si los vemos fríamente, podríamos decir que son del siglo XVIII [el de la independencia]”, dice a EL UNIVERSAL Norma Padilla, desde Florida.
La decisión que tomó hace unos días la Corte Suprema, poniendo fin a la Acción Afirmativa que daba a las minorías más oportunidades de estudio, en un país permeado por el racismo, es apenas un ejemplo de la regresión de las libertades y derechos.
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De acuerdo con un análisis de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Human Rights Watch (HRW), en la Unión Americana existen rezagos aún notables en relación con diversas acciones y acontecimientos sobre racismo institucional, crímenes de odio, falta de protección a la sociedad frente a la violencia armada y detenciones ilegales, entre algunos de los de mayor impacto.
“Los más claros en este momento son los relacionados con la libertad de las mujeres para decidir sobre su salud y su cuerpo en relación con el aborto y la terrible persecución racista contra la comunidad LGBT y contra los afroamericanos”, señala Padilla.
Varios analistas consultados coinciden en que es importante que el Día de la Independencia de Estados Unidos sea de respeto hacia todas las comunidades que conforman la sociedad del país. “Los festejos de este día son de lo mejor, los asados, los fuegos artificiales, la convivencia con amigos. Pero debe ser un momento inclusivo y respetuoso, de reflexión y aceptación”, subraya Padilla.
“Mucha gente no lo sabe o no se acuerda y es una lástima”, comenta, “pero los tres derechos de los que gozamos, y así está escrita en el acta de nuestra independencia, son: la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Los padres de nuestra independencia creyeron firmemente en esto, con un amplio sentido de igualdad, no debemos olvidarlo”.
La otra cara de la moneda es “no estar esperando que todo lo resuelva el gobierno”, señala a este diario el politólogo Hernán Molina. “La realidad es que hay una responsabilidad cívica para que nuestra sociedad funcione mejor y sea un verdadero ejemplo mundial”.
La responsabilidad cívica implica respetar los derechos de los demás, promover el trato igualitario y velar por la justicia y la equidad. “Y entiéndase responsabilidad cívica como las acciones y omisiones de cada uno de quienes vivimos en territorio estadounidense, de eso se trata mover conciencias, poniendo el ejemplo”, comenta Molina.
Pronto comenzará oficialmente la temporada electoral rumbo a la presidencia de Estados Unidos y, sin duda, en este Día de la Independencia, las próximas elecciones son tema de conversación. “Imagínate, el candidato más fuerte de los republicanos [Donald Trump] está con un pie en la cárcel y el de los demócratas [Joe Biden] es un octogenario que no sabemos cómo terminaría si ganase”, dice el politólogo.
De acuerdo con un análisis de Open Global Rights (OGR), realizado para las elecciones presidenciales de 2020, existe una relación íntima entre la percepción de las libertades individuales y los derechos humanos de los estadounidenses, respecto al partido político o candidato de su preferencia.
El análisis de OGR destacó en su momento que las preferencias electorales en Estados Unidos están, en buena parte, relacionadas con las garantías individuales y los derechos humanos. Previo a las elecciones presidenciales de 2020, con Donald Trump por los republicanos y Joe Biden por los demócratas, 61% de la población votante reflejó que las garantías individuales y los derechos humanos en el país se respetaban y eran manejados adecuadamente; 39% opinó lo contrario.
Mientras que desde una perspectiva de identidad partidista, la muestra arrojó que 77% de tendencia republicana ve con buenos ojos el respeto y el manejo de las garantías individuales y los derechos humanos, mientras que sólo 52% demócrata pensaba de esa manera.
Los republicanos, de tendencia conservadora, califican más positivamente las condiciones civiles y humanas de los estadounidenses, mientras que los demócratas, de tendencia liberal, lo hacen mucho menos.
“Esto tiene mucho que ver con la manera en que procesan sus conceptos sobre raza, género, trato policiaco, persecución a inmigrantes y lo relacionado con apoyos económicos y sociales a las diversas poblaciones que conforman actualmente a Estados Unidos”, explicó OGR.
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En la Unión Americana las garantías individuales más relevantes se relacionan con la libertad de expresión, de religión, de prensa, el derecho a poseer y portar armas, protección contra la revisión injustificada o invasión del hogar, no ser juzgado más de una vez por el mismo crimen, el derecho a un juicio justo y rápido, así como la prohibición de castigos crueles y la garantía de protección igualitaria para todo habitante del país.
Estados Unidos sigue siendo un gran imán para los migrantes en busca de nuevas oportunidades. Sin embargo, sus derechos y libertades son blanco de ataque de los republicanos, algunos de los cuales proponen incluso eliminar la ciudadanía automática para los hijos de indocumentados. Es el tipo de cosas para reflexionar este 4 de julio.