Washington/Kabul.— A una semana de que los talibanes se hicieron del control de , el caos continúa en el aeropuerto de Kabul, entre temores de un y la desesperación de miles de personas, lo que llevó al Pentágono a ordenar el apoyo de aerolíneas comerciales en las tareas de desalojo.

El presidente estadounidense aseguró que la evacuación de estadounidenses y afganos en riesgo se aceleró el fin de semana y que espera completarla para el 31 de agosto, aunque advirtió que el plazo podría extenderse: “Hay discusiones sobre la extensión. Nuestra esperanza es que no tengamos que hacerlo”, señaló en una comparecencia en la Casa Blanca.

Aun así, decenas de miles siguen a la espera de salir del país, proceso que se ha visto obstaculizado por los problemas de seguridad y la burocracia estadounidense. Ayer mismo, una multitud apretujada y presa del pánico que intentaba ingresar al aeropuerto causó la muerte de siete civiles afganos, señalaron militares británicos.

Han ocurrido varias estampidas, especialmente cuando combatientes talibanes disparan al aire para ahuyentar a quienes intentan desesperadamente salir: “Las condiciones en el terreno siguen siendo sumamente difíciles, pero estamos haciendo todo lo posible para manejar la situación de la mejor manera posible”, destacó el Ministerio Británico en un comunicado.

Los talibanes culpan del desalojo caótico al ejército estadounidense, diciendo que no hay necesidad de que los afganos les teman, a pesar de que sus combatientes disparan al aire y golpean a la gente con porras mientras intentan controlar la multitud fuera del aeropuerto.

Horas antes el domingo, el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, reconoció el temor de que haya un ataque por parte del Estado Islámico: “La amenaza es real, es grave, es persistente y es algo en lo que estamos centrados con cada herramienta de nuestro arsenal.

“Nuestros comandantes en el terreno tienen una amplia variedad de opciones que están empleando para defender el aeropuerto contra un potencial ataque terrorista. Estamos trabajando duro con nuestra comunidad de inteligencia para aislar y determinar de dónde podría provenir un ataque”, dijo.

Por ello, el Pentágono activó la rara vez utilizada Flota Aérea de Reserva Civil (CRAF), para ordenar a seis aerolíneas comerciales: American Airlines, Atlas, Delta, Omni, Hawaiian y United, proporcionar 18 aviones civiles para ayudar en la evacuación.

En lugar de entrar y salir de la capital afgana, los aviones transportarán a las personas desde las bases estadounidenses en Qatar, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos hasta países europeos y, en muchos casos a Estados Unidos.

Los talibanes avanzaban ayer hacia el valle de Panjshir, uno de los pocos sectores afganos donde las autoridades se niegan a acatar sus instrucciones: “Cientos de muhajedines del Emirato Islámico se dirigen hacia el estado de Panjshir para controlarlo”, tuiteó el grupo. 

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