Washington.— La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó ayer por la noche la vacuna de Pfizer contra el coronavirus. La acción significa que millones de personas altamente vulnerables comenzarán a recibir el antídoto en unos días.

Con la decisión, Estados Unidos se convirtió en el sexto país, además de Reino Unido, Bahréin, Canadá, Arabia Saudita y México, en aprobar la sustancia. Se esperan otras autorizaciones, incluida la de la Unión Europea (UE) en unas semanas.

Según The New York Times, la autorización desencadenó un complicado esfuerzo de coordinación de Pfizer, las compañías navieras privadas, los funcionarios de salud estatales y locales, el ejército, los hospitales y las cadenas de farmacias para entregar el lote de la primera semana, de aproximadamente 3 millones de dosis, a los trabajadores de la salud y los residentes de hogares de ancianos tan pronto como sea posible, todo mientras se mantiene la sustancia a unas temperaturas ultrafrías.

Pfizer tiene un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos para suministrar en marzo 100 millones de dosis de la vacuna.

Todos los estados, junto con seis ciudades importantes, han presentado al gobierno federal una lista de ubicaciones, en su mayoría hospitales, donde se enviará inicialmente el antídoto.

De acuerdo con el mismo medio, McKesson Corporation, un proveedor médico gigante, enviará kits de jeringas, toallitas con alcohol, protectores faciales y otros suministros a los mismos sitios, donde se encontrarán con las vacunas que Pfizer envía en cajas especiales, empacadas con hielo seco, diseñadas para mantenerlas ultrafrías.

El empaque de Pfizer incluirá un dispositivo que rastrea la ubicación de la caja, además de una sonda térmica que se asegurará de que la congelación se mantenga durante todo el viaje desde los sitios de distribución de la compañía. Una vez que la FDA dio luz verde, el gobierno enviará a los 50 estados y a sus territorios 2.9 millones de dosis, como parte de la operación Warp Speed.

Quienes sean inmunizados tendrán ya reservadas otras 2.9 millones de dosis para poder recibirlas dentro de 21 días, ya que la vacuna tiene que ser aplicada dos veces para ser eficaz.

El gobierno estadounidense presionó ayer desde la mañana por una rápida aprobación de la vacuna de Pfizer/BioNTech contra el coronavirus.

El periódico The Washington Post informó que la Casa Blanca le dijo al jefe de la FDA, Stephen Hahn, que presentara su renuncia si la agencia no aprobaba la vacuna para el final del día.

Hahn más tarde refutó el carácter de la llamada, pero la amenaza llegó cuando Trump tuiteó que la agencia era una “gran tortuga lenta” y le dijo a Hahn que sacara “las malditas” vacunas de inmediato. Un comité de expertos ya votó a favor de otorgar una autorización de uso de emergencia, mientras la FDA trabajaba para resolver los detalles de último minuto con Pfizer.

El presidente saliente Donald Trump declaró que la primera vacuna será administrada “en las próximas 24 horas”.

Por la mañana, el secretario del Departamento de Sanidad, Alex Azar, aseguró en una entrevista con la cadena ABC que la autorización estaba “cerca.”

El país podría “ver a gente siendo vacunada el lunes o martes de la próxima semana”, detalló el funcionario.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) han recomendado que las primeras dosis vayan a los sanitarios y quienes trabajen o vivan en instalaciones dedicadas al cuidado médico a largo plazo, como las residencias de ancianos o los centros para personas con discapacidad, pero esas recomendaciones no serán oficiales hasta que no reciban el visto bueno de un comité asesor de los CDC, que votará sobre el tema el domingo, y cuya decisión luego tiene que ser aceptada por los propios CDC.

En todo caso, la decisión final corresponde a los gobernadores de cada estado que, entre otras cosas, tendrán que asegurarse que pueden preservar la vacuna en las condiciones óptimas.

A pesar de la rapidez del proceso, la vacuna llegará tarde para muchos en el país, donde se están registrando más de 200 mil casos diarios y cerca de 3 mil muertes cada 24 horas.

Ayer se reportaron en Estados Unidos, según la Universidad Johns Hopkins, 2 mil 599 muertos y 234 mil 329 casos.

Ante el alza de casos y víctimas, la ciudad de Nueva York cerrará las salas interiores de sus restaurantes desde la semana que viene, anunció el gobernador Andrew Cuomo.

“Vamos a cerrar los comedores interiores de la ciudad el lunes. Los exteriores y envíos a domicilio continúan”, afirmó.

Mientras, el director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que “la temporada de fiestas es un momento de esparcimiento y de celebración, pero no debemos bajar nuestra vigilancia. La celebración puede transformarse muy rápido en duelo”.

Google News

Más Información

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses