Estados Unidos no ve cómo la propuesta del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de extender a Centroamérica el programa Sembrando Vida y vincularlo con un plan para permitir a los participantes solicitar la ciudadanía estadounidense, pueda encajar en la Cumbre de Líderes por el Clima organizada por el mandatario estadounidense, Joe Biden y que arranca hoy.
En una sesión de funcionarios de la administración Biden con la prensa extranjera sobre los objetivos de la cumbre virtual, se les preguntó sobre la propuesta que López Obrador dijo que presentará durante su participación en una reunión en la que estarán, vía remota, 40 líderes mundiales.
El domingo, el jefe de Estado mexicano dijo que pedirá a Biden que invierta en Sembrando Vida, para que el programa se extienda a Honduras, Guatemala y El Salvador. Además de la mejoría al medio ambiente, ello podría crear 1.4 millones de empleos en el Triángulo Norte, dijo. López Obrador quiere que Biden dé visas de trabajo a quienes participen en la plantación de árboles.
“A los tres años, ya que tengas tu cultivo, ya tienes tu derecho en automático a una visa de trabajo por seis meses a EU. Y tres años después de obtener tu visa de trabajo, con buen comportamiento, ya tienes derecho a solicitar tu nacionalidad estadounidense”, ejemplificó el Mandatario en un mensaje en video.
Según sus estimaciones, en tres años podrían cultivarse 3 millones de hectáreas y al generar empleos, eso contribuiría a que la gente no se vea obligada a emigrar.
Sin embargo, un funcionario de la administración que participó en la sesión de ayer, y de la cual se dio a conocer una transcripción, señaló que el gobierno estadounidense “escuchó recientemente” la propuesta mexicana y que “no suena como a que haya sido parte aún de una conversación extensa, ni en México ni entre México y Estados Unidos”.
En todo caso, destacó dos elementos: por un lado, dijo, está el tema de la siembra de árboles. “Definitivamente vemos valor en las soluciones naturales relacionadas con la plantación de árboles. Si vemos la agenda del cambio climático, el tema de la reforestación es una de las prioridades. La mayor parte de una tercera parte de las emisiones globales vienen del uso de la tierra”, explicó.
Así que, continuó, “la agenda de plantar árboles tiene un enorme valor para el medio ambiente”. Sin embargo, subrayó, “no estamos enfocados en la intersección entre asuntos. Para nosotros, la agenda climática tiene que ser abordada sola, acorde con sus propios méritos y hacerla avanzar, y no es una conversación, desde nuestro punto de vista, sobre migración. Es una conversación sobre el cambio climático”.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard dijo que habló con John Kerry, enviado especial para el Cambio Climático de Biden, y coincidieron “en la prioridad de reducir las emisiones de gas metano y, al mismo tiempo, recuperar las selvas del sur de México y Centroamérica. Trabajaremos juntos para ello”.
López Obrador intervendrá en el primer día de la cumbre, que coincide con el Día de la Tierra. También participarán, entre otros, los jefes de Estado de China, Xi Jinping, y de Rusia, Vladimir Putin, además de jefes de Estado europeos, el secretario General de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, e incluso el papa Francisco tendrá una breve intervención.
También estarán jefes de gobiernos locales como Claudia Sheinbaum y en el segundo día se espera la participación de CEO y líderes como Bill Gates, bajo la premisa de que la lucha contra el calentamiento global requiere de la participación de todos.
Metas ambiciosas
El mandatario estadounidense se comprometerá a recortar las emisiones con efecto invernadero de EU al menos a la mitad para 2030, casi el doble del objetivo inicial que asumió su país bajo el Acuerdo de París, al que regresó después de que su antecesor, Donald Trump, se retirara. La cumbre, que será inaugurada por Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, se dividirá en dos jornadas que comenzarán a las 8:00 hora local (7:00 de la Ciudad de México).
Los líderes de la Unión Europea (UE) tampoco llegarán con las manos vacías. El Consejo y el Parlamento europeos alcanzaron ayer un acuerdo para establecer por ley una UE climáticamente neutra en 2050 y un objetivo de reducción neta de emisiones de “al menos 55%” para 2030.
“Nuestro compromiso político de convertirnos en el primer continente climáticamente neutro para 2050 es ahora también un compromiso legal”, manifestó en un comunicado la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, al subrayar que la Ley del Clima sitúa a la UE “en la senda verde durante una generación”.
Biden invitó a Xi Jinping a la cumbre, consciente de que EU y China son los dos principales emisores de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento climático. Su entendimiento es entonces crucial para el éxito de los esfuerzos internacionales destinados a reducir estas emisiones. Beijing ha prometido empezar a reducir sus emisiones de CO2 “antes de 2030” y lograr para 2060 la “neutralidad carbono”, es decir, absorber tanto como emite. “China hará lo que dice, y lo que hará alcanzará sus objetivos”, se comprometió la semana pasada Xi Jinping.
Kerry adelantó que China decidió firmar el comunicado conjunto que salga de la reunión, que reconocerá al cambio climático como una crisis mundial.
Otra participación que será seguida con atención es la del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien busca deshacerse de la imagen de villano medioambiental y por lo pronto prometió trabajar con la comunidad internacional para “la protección ambiental” de la Amazonia.