Ecuador se ha visto envuelto en una ola de violencia que ha generado profunda incertidumbre entre la población, debilitando aún más la esperanza de que la calma regrese al país sudamericano.
Poco después del mediodía del pasado 8 de enero, luego de que el presidente Daniel Noboa declarara estado de excepción y el toque de queda en todo el país, se desató una ola de violencia como no se había visto en la nación: miembros de la organización delictiva "Los Choneros" empezaron a cometer una serie de crímenes, de explosiones a secuestro de policías, fuga de reos y el ingreso de hombres encapuchados a una televisora, en escenas que sacudieron al país.
“Las personas están resguardándose en sus casas, no hay mucha gente circulando en las calles, mientras que varias empresas están enviando a su personal a casa. No se sabe absolutamente nada, la ciudad y el Cabildo no ha dicho nada impactante, hasta ahora estamos solamente expectantes con lo que pase y con las decisiones que tome el gobierno”, dijo en entrevista para EL UNIVERSAL Flor Layedra, periodista del diario ecuatoriano Expreso.
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Para Layedra, la escalada del conflicto comenzó desde el pasado martes cuando en redes sociales comenzaron a circular los primeros videos en los que se apreciaba a personas amagadas, siendo asesinadas a sangre fría, así como hombres armados ingresando a las instalaciones de la televisora TC, una de las más vistas del país.
“En Ecuador hemos visto ataques en diferentes partes del país, donde los carros son explotados, hay gente que la han tratado de quemar viva, videos en donde los vigilantes salen corriendo porque hay disparos al aire y por el temor a ser secuestrados”, comentó.
La violencia ha crecido en el país desde hace varias administraciones. El anterior mandatario, Guillermo Lasso, decretó el estado de excepción en más de una ocasión para mitigar estos crímenes.
“Lasso fue el presidente que más estados de excepción usó durante su administración y ahora vuelven a tomarse esta misma herramienta que ya ha sido criticada por la Corte Institucional. No hay esa estrategia para llevar a cabo un plan político en el país para ya acabar con esa delincuencia que ha azotado y sigue azotando al país”, destacó.
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Sobre la postura de Noboa, dijo que “ha sido muy firme hasta este momento. Él emitió un nuevo decreto que es el 111, en donde hasta este momento tanto la policía como los militares tiene la orden por parte del Ejecutivo de salir a las calles para volver a controlar el orden, no solamente de Guayaquil, sino en todo el país donde se han visto bastantes ataques de terroristas”, señaló.
En cuando a las medidas tomadas por Noboa, Flor descartó que el mandatario ecuatoriano trate de seguir los pasos del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y busque militarizar la seguridad del país.
"El hecho de que Noboa haya ejecutado el estado de excepción en Ecuador no significa que sea un Bukele, no lo vemos todavía, aún falta que tome control del país en estos momentos, así como de Guayaquil - que es una de las ciudades más grandes e importantes del Ecuador -, que tome el control de las cárceles. No llega ni a los 100 días –asumió el 23 de noviembre- y ya tiene un primer estallido, se le van los presos y los cabecillas de los grupos delincuenciales se le están yendo de los sitios, no se puede decir que va a ser un presidente de El Salvador, todavía está en veremos", remarcó.
Asimismo, indicó que tras este estallido del conflicto, Perú ha empezado a reforzar su frontera con Ecuador para evitar que estos grupos delincuenciales entren al país.
“La presidente Dina Boluarte estuvo ya pronunciándose al respecto sobre todo, están viendo la forma en que estos grupos delincuenciales no se metan en territorio de ellos, están fortaleciendo las patrullas fronterizas, hay vecinos que están preocupados por las cosas que están pasando en esta provincia”, añadió.
Sobre la estrategia de seguridad de Noboa, expresó sus dudas. “Hasta la fecha no se sabe nada, hay un plan Fénix que se ha criticado mucho aquí en Ecuador”; cuestionó el silencio que se mantiene sobre las acciones que se están realizando como parte de la estrategia. “Lamentablemente no se ha emitido ningún criterio ni algunas medidas que van a tomar al respecto”.
Agregó que, “todos estos casos delictivos no han parado, esperamos no haya un caso mucho peor sobre todo en las cárceles del país, que fue en donde hace varios años atrás en la época de Lasso hubo masacres. Se está viendo la presión hacia el Estado, hay que ver qué pasa y qué acciones toma en realidad el presidente, qué acciones toma en Guayaquil, pero sólo queda esperar”.
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