Washington/Madrid.— Estados Unidos lidera el movimiento internacional de apoyo a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. Y lo está haciendo con una contundencia nunca antes vista. Ello, junto con la presión de diversos países latinoamericanos, obligó a la Unión Europea (UE) a lanzar un ultimátum al mandatario Nicolás Maduro: o convoca a elecciones libres o el bloque reconoce a Guaidó.
Son los apoyos clave del presidente de la Asamblea Nacional venezolana, quien acusa a Maduro de ser un “usurpador”.
“Estados Unidos está apoyando abiertamente y con entusiasmo a [Juan] Guaidó porque las condiciones han cambiado en el tema de Venezuela”, aseguró Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, un think tank de referencia sobre temas latinoamericanos en Washington, a EL UNIVERSAL.
Según el experto, la oposición al régimen venezolano no había tenido un contexto como el actual, con un Maduro “condenado ampliamente y cada vez más aislado” y una figura como la de Guaidó, emergente y que ha merecido el respaldo de gran parte de la comunidad internacional.
“Ha sido muy astuto y efectivo, apelando a todas las fuerzas opositoras, al ejército y —especialmente importante— a la base chavista”, explicó Shifter. Una “jugada inteligente” de Guaidó.
La idea de EU, ávido de una victoria en el terreno internacional, es que en algún momento el ejército venezolano se voltee y deje de apoyar a Maduro, algo que haría “colapsar” al régimen actual.
Cuando el estamento castrense dé la espalda al actual régimen, la tarea de Guaidó será presidir un gobierno de transición que prepare elecciones “libres y justas” para la formación de un nuevo gobierno.
Que finalmente ese escenario se convierta en realidad es “riesgoso e incierto”, pero parece que la administración Trump cree que es una hipótesis factible. Shifter, para quien “ha habido claramente mucha coordinación” entre la Casa Blanca y Guaidó en las acciones y decisiones que se han sucedido en los últimos días y semanas, consideró que todavía es temprano para saber qué va a pasar.
“Es una apuesta enorme que puede contener alguna promesa de éxito, pero todavía no está claro cómo se resolverá”. El experto dudó que, en caso de que fracase esta propuesta, exista un “plan B”.
La postura europea. El reconocimiento, este lunes, de Guaidó como presidente interino de Venezuela por parte de Alemania, España, Francia, Holanda, Portugal y Reino Unido, es consecuencia directa del golpe de mano de EU.
“El ultimátum europeo a Maduro se debe al impulso de la administración Trump, Canadá y otros países latinoamericanos que adoptaron una decisión concertada para aislar al mandatario venezolano, dejando a la Unión Europea (UE) en tierra de nadie y obligándola a posicionarse”, señaló a EL UNIVERSAL Miguel Ángel Benedicto, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Madrid.
Las seis naciones europeas advirtieron que reconocerían a Guaidó como presidente provisional de Venezuela si Maduro no anunciaba la convocatoria de elecciones antes del 3 de febrero, algo a lo que se negó el mandatario del país sudamericano, por lo que está previsto que se cumpla el ultimátum europeo.
El respaldo a Guaidó es circunstancial, aunque el discurso del opositor venezolano resulta atractivo para la UE, indicó el analista.
Prueba de ello es que el Parlamento europeo aprobó el jueves el reconocimiento de Guaidó como presidente interino legítimo de Venezuela. “Guaidó habla de una especie de transición, de la ley a la ley, manejando la amnistía, apostando por una transición suave y no por una ruptura, y eso de algún modo gusta a Europa, que sea un proceso transitorio, alejado de la violencia, en una sociedad tan tensa y dividida como la venezolana”, detalló el experto. El futuro que ve Europa es la celebración de elecciones libres y competidas en Venezuela en las que se presentaría obviamente el chavismo, con posibilidades incluso de ganar. En el fondo es un problema de legitimidad, que Maduro ahora no tiene, puntualizó.
El problema, en materia de política exterior para la UE, es la dificultad de conciliar la postura de los 28 Estados miembros.
Sin embargo, a decir de Benedicto, “a la UE no le va a quedar más remedio que reconocer a Guaidó, porque si los países con más peso en el bloque dan un ultimátum a Maduro para que realice elecciones libres y éstas no se convocan, el desenlace parece inevitable”.