La advertencia que lanzó este jueves el presidente chino, Xi Jinping , a su par estadounidense, Joe Biden , de que “aquellos que juegan con fuego acabarán quemándose” es el más reciente ejemplo de las tensiones que enfrentan ambos países, por temas que van de Taiwán al Covid-19 y a las reglas de juego comerciales .
Las declaraciones de Xi son una respuesta al posible viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi , a Taiwán, que Beijing considera parte de su territorio y quiere recuperar, si fuera necesario mediante la fuerza. Para China, un viaje de la congresista representa un apoyo directo a las intenciones independentistas de la isla.
Biden aseguró a Xi que la posición de Estados Unidos “no ha cambiado” respecto a Taiwán; en otras palabras, que Washington “se opone enérgicamente a los esfuerzos unilaterales para cambiar el statu quo o socavar la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán”.
Sin embargo, apenas en mayo pasado, Biden afirmó que su gobierno defendería a Taiwán si acaso China decidía una anexión por la fuerza del territorio . Incluso amenazó con una intervención militar.
“Sí. Ese es el compromiso que asumimos”, dijo durante una visita a Japón. “Estados Unidos se ha comprometido a apoyar la postura de ‘una sola China’, pero eso no significa que China tenga la jurisdicción de usar la fuerza para tomar Taiwán”. El gobierno de Xi Jinping, continuó el mandatario estadounidense, “está coqueteando con el peligro”.
China, por su parte, aseguró que habrá “graves consecuencias” si Pelosi, una crítica abierta de Beijing, en efecto visita Taiwán.
“Si la parte estadounidense insiste en seguir adelante, el ejército chino nunca se quedará de brazos cruzados y tomará medidas enérgicas para frustrar cualquier interferencia externa e intentos separatistas para una 'independencia de Taiwán'", dijo el coronel Tan Kefei al diario China Daily.
Otro tema que ha enfrentado a Estados Unidos y China es la guerra de Rusia en Ucrania .
“No me voy a sentar aquí públicamente y lanzar amenazas”, dijo el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, durante un encuentro de alto nivel en larzo con Yang Jiechi, máximo diplomático del Partido Comunista Chino, que se prolongó siete horas.
“Estamos comunicando directa y privadamente a Beijing que definitivamente habrá consecuencias si ayudan a Rusia. No permitiremos que eso siga adelante”.
Frente a la presión por el tema de Ucrania, el gobierno de Xi respondió que “China jamás aceptará amenazas o coerciones de Estados Unidos” y que “si Washington adopta medidas contra los intereses legítimos de las empresas o individuos chinos”; Beijing “no se quedará de brazos cruzados”.
En la administración de Donald Trump tampoco faltaron los encontronazos. El entonces mandatario estadounidense responsabilizó directamente a Beijing por la pandemia de Covid-19, y habló de la posibilidad de un “castigo”: “Podemos hacerlo de otras formas, podemos hacerlo con aranceles, podemos hacerlo de otra forma incluso más allá de eso”. Aludió, incluso, a una “ guerra comercial ”.
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En 2018, de hecho, Beijing y Washington se embarcaron en una guerra comercial que llevó a la imposición mutua de aranceles. “No queremos una guerra comercial con Estados Unidos, pero no le tenemos miedo”, dijo en su momento el portavoz del Ministerio chino de Comercio, Lu Kang, dijo que “si Estados Unidos ignora el rechazo de China y la comunidad internacional y persevera en el unilateralismo y el proteccionismo comercial, China defenderá sus intereses”.
Hong Kong también ha sido causa de roces. En su momento, Trump, en respuesta a la ley de seguridad que aprobó China para ese territorio y que prohíbe cualquier actividad que se pueda interpretar como sedición, acusó a China de “romper su palabra” de garantizar la autonomía de Hong Kong, anunció que a partir de ese momento Hong Kong sería tratado “igual que China continental”, sin más preferencias, y advirtió que revisaría con lupa a las empresas chinas que cotizan en la bolsa, para “limitar las inversiones estadounidenses en compañías chinas”.
El Ministerio chino de Exteriores respondió: “Para salvaguardar sus intereses legítimos, China aportará la respuesta necesaria e impondrá sanciones a las personas y entidades estadounidenses correspondientes”.
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