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Washington.— Palestina se va a quedar sin representación diplomática en Washington, después de que el gobierno de Donald Trump decidiera cerrar la oficina de la Organización para la Liberación Palestina (OLP), una nueva acción que sabotea la posible paz en Medio Oriente.
En vísperas del 25 aniversario de los primeros acuerdos de Oslo —que se firmaron el 13 de septiembre de 1992—, Donald Trump boicoteó una vez más cualquier intento de acercamiento entre israelíes y palestinos, un conflicto que en campaña prometió resolver durante su primer mandato. Al frente del proyecto está su yerno y asesor, Jared Kushner.
“La OLP no ha tomado los pasos para avanzar en el inicio de negociaciones directas y significativas con Israel. Al contrario, su liderazgo ha condenado un plan de paz de EU que todavía no han visto, y lo han rechazado”, aseguró la portavoz del departamento de Estado, Heather Nauert, en un comunicado difundido ayer para justificar la expulsión de los diplomáticos palestinos. La oficina se instauró en Washington en 1995.
Sin embargo, todo indica que la decisión tiene que ver también con las amenazas de que la Corte Penal Internacional (CPI) acepte la petición palestina de investigar a Israel por crímenes de guerra por sus asentamientos en Cisjordania y la violencia contra territorio palestino.
“La administración de Trump no mantendrá abierta una oficina cuando los palestinos rechazan negociar”, dijo el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton. “EU apoya un proceso de paz directo y robusto, y no vamos a permitir que la CPI ni cualquier otra organización constriña el derecho a la autodefensa de Israel”, explicó.
A la acción de ayer hay que sumarle el traslado de la embajada a Jerusalén y la supresión total de fondos a la ayuda directa del organismo de cooperación estadounidenses USaid y a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
Para Bolton, el cierre es positivo porque “elimina algunas expectativas irreales” de paz, como por ejemplo la solución de dos estados, nada convincente para EU ni Israel; y la única que el resto de la comunidad internacional ve factible.
Líderes palestinos criticaron duramente la decisión, en lo que consideraron un paso más para que Israel “asesine con total inmunidad la solución de dos estados”.
El jefe de la delegación palestina en Washington, Husam Zomlot, criticó que EU “ejecute ciegamente los deseos de Israel”, torpedeando un proceso de paz a través del “chantaje”.
“Es una declaración de guerra temeraria a los palestinos”, dijo Zomlot, quien reconoció que desde hace meses los contactos políticos estaban “suspendidos”.
Para Saeb Erekat, el secretario general de la OLP, la decisión de Trump es uno más de los “castigos” hacia los palestinos, a los que ya ha cortado apoyo económico dedicado a servicios humanitarios, incluyendo salud y educación.
En Gaza, los palestinos calificaron como una “guerra” contra ellos el cierre de su representación oficial en la capital estadounidense.
El año pasado hubo una amenaza de cierre de la misión palestina en Estados Unidos que no se materializó, según el portavoz de la OLP, Xavier Abu Eid, “pero esto es algo diferente”.
“Seguiremos trabajando allí, porque hay cientos de miles de palestinos en EU, pero simbólicamente es algo mucho más importante”, aseguró.
Hanán Ashrawi, miembro del consejo ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina, señaló la “ironía” del castigo de Estados Unidos a esta organización y recordó que ésta es “la representante del pueblo palestino y el cuerpo político más alto que se comprometió a alcanzar un acuerdo”
Además, resaltó lo “cruel” del caso en un contexto en el que los palestinos ya son víctimas de “una implacable ocupación militar israelí”. Con información de EFE
