Los yihadistas advirtieron que atacarían la mezquita donde murieron en Egipto centenares de fieles sufies, afirmó el martes un líder de esa obediencia allegado al templo.
La masacre del pasado viernes dejó al menos 300 muertos en Rauda , cuando presuntos yihadistas rodearon el templo y dispararon contra los fieles que realizaban sus oraciones.
El Estado Islámico , que considera algunos rituales sufíes como heréticos , ya había atacado a los sufíes, al secuestrar a uno de sus líderes y decapitarlo.
En uno de sus mensajes propagandísticos, juraron atacar a los sufíes del Sinaí, apuntando específicamente a la orden sufí Jariri relacionada con esa mezquita.
El jeque Mohamed al-Jawish, líder de la orden sufi Jariri, dijo que menos de un mes antes de la masacre los yihadistas visitaron la mezquita y hablaron con el muecín, Fethy Ismail, quien hacía el llamado a la oración cinco veces por día.
"Entraron a la mezquita. Eran desconocidos" para los fieles, añadió a la AFP.
Afirmó que le dijeron al muecín, quien murió después en la masacre, "no celebren el Mawlid. No hagan círculos de oración sufí".
El Mawlid celebra la fecha de nacimiento del profeta Mahoma y de los santos musulmanes. El EI sigue la teología puritana salafista y considera las prácticas sufíes como una ilícita innovación del islam.
Pese a la advertencia, Jawish dijo que nadie esperaba que el EI regresara y cometiera la masacre, que incluso molestó a seguidores del grupo yihadista.
"Nadie esperaba eso. Pensaron que el asunto se terminaba con no realizar círculos de oración sufíes", agregó Jawish en entrevista telefónica.
El Estados Islámico ha reivindicado ataques donde han muerto decenas de sufíes, especialmente en Pakistán.
Aunque la mezquita fue atacada por sus conexiones con el sufismo, la masacre se inscribiría en la tendencia reciente del EI a atacar a los civiles pues sus llamados a la insurrección no avanzan en el Sinaí.
El Estados Islámico ha matado centenares de policías y soldados en el Sinaí, así como civiles acusados de trabajar para las autoridades desde el derrocamiento en julio de 2013 del presidente islamista Muhamed Mursi.
lsm