Washington.- Los expertos auguraban que la incidencia del Covid-19 en la esperanza de vida de los Estados Unidos en 2020 iba a ser de tan solo un año, y según los datos oficiales hechos públicos recientemente terminó siendo de un año y medio. La esperanza de vida en 2019 en EU estaba en los 78 años y 10 meses. En 2020 se quedó en 77 años y 4 meses.
Se trata del mayor descenso desde la Segunda Guerra Mundial . El efecto entre los afroamericanos y los latinos fue mucho peor: un descenso de casi tres años. Es una caída abrupta “básicamente catastrófica”, en palabras del sociólogo Mark Hayward, de la Universidad de Texas . “Es un descenso horroroso”, añadía el también sociólogo Steven Woolf, de la Universidad de la Commonwealth de Virginia.
Las muertes por Covid fueron la tercera causa de muerte en Estados Unidos en 2020, sólo por debajo de las enfermedades coronarias y el cáncer. Según los expertos, el coronavirus fue el responsable de 74% del declive en la esperanza de vida , demostrando su impacto indudable.
“Cualquier descenso en la esperanza de vida es algo malo, pero simplemente confirma el profundo efecto de Covid-19 en la sociedad estadounidense, en lugar de contarnos algo nuevo.
Esencialmente es la forma matemática de declarar que millones de personas perdieron seres queridos por coronavirus ”, escribió el sociólogo y demógrafo Michael Bader, de la American University, en un artículo publicado en el portal Vox. Es más una fotografía del pasado que del futuro; y, en este caso, demuestra que las divergencias raciales en 2020 se mantuvieron profundas, e incluso se magnificaron por los efectos del coronavirus.
Para la jefa del departamento de salud pública de Duke, Lesley Curtis , “es imposible mirar a los datos (de la esperanza de vida en 2020 en EU) y no ver un reflejo del racismo sistémico en los EU”. El hecho de que el año pasado la esperanza de vida de afroamericanos e hispanos sucumbiera el doble que la media y casi el triple que la de los blancos es, para los expertos, ejemplo de la situación de la precariedad en la que viven estas comunidades, especialmente los hispanos, con menos red de seguridad pública , peor acceso al sistema sanitario y condiciones de vida peores, de menos paga y en empleos requeridos como indispensables cuando más agravante era la pandemia.
Los datos lo corroboran: el coronavirus fue el responsable de 90% del declive de la esperanza de vida de los latinos, que vivieron el peor descenso desde que se recopilan datos, desde hace 15 años. Aun así, su esperanza de vida (78.8 años) es la más alta entre todas las demografías .
Igual que pasó tras la Segunda Guerra Mundial, los expertos auguran que en adelante, cuando se controle la pandemia y no se repitan las cifras de mortalidad vividas en 2020, la esperanza de vida volverá a remontar. Sin embargo, pueden pasar varios años en que eso suceda, especialmente teniendo en cuenta que la tendencia, en los últimos años, iba a la baja.
En el periodo entre 2014 y 2019, la esperanza de vida en los EU declinó 0.1 años, de los 78.9 años a los 78.8 años en el último año prepandemia. “A pesar de su pequeña magnitud, esa deriva hacia abajo dice algo mucho más preocupante sobre la salud en los EU”, comentó Bader. “Nuestra salud nacional no ha mejorado durante más de una década, a pesar de los billones que los estadounidenses gastan en atención médica cada año”, añadió.
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