Madrid

La relación de España con América Latina se verá potenciada con la incorporación al gobierno ibérico de políticos de la izquierda alternativa que conocen a fondo la región con la que mantienen vínculos desde hace años, entre ellos el líder de Unidas Podemos (UP), Pablo Iglesias, que ocupará una de las vicepresidencias del gabinete.

En este contexto, es de esperar que exista una mayor sintonía de la coalición de izquierdas con los gobiernos latinoamericanos más afines ideológicamente, como México y Argentina.

La presencia en el Ejecutivo presidido por el socialista Pedro Sánchez de dirigentes de UP que además de la vicepresidencia ocuparán cuatro carteras ministeriales y otros altos cargos, podría contribuir también a destensar la relación con Venezuela y Cuba, países que despiertan críticas y recelos entre la clase política española por sus carencias democráticas y hacia los que la izquierda alternativa se muestra más comprensiva.

En el caso de Bolivia, país con el que España mantiene una tensa relación luego de la expulsión mutua de varios de sus diplomáticos tras un incidente que afectó también a México, es probable que se mantenga el distanciamiento y se refuercen las exigencias para que el país sudamericano reconduzca la situación en términos democráticos tras la salida de Evo Morales del poder.

La izquierdista UP ha defendido tradicionalmente las políticas del líder indígena boliviano y calificó su destitución de golpe de Estado inaceptable. Previsiblemente, la llegada al gobierno del equipo de Iglesias aportará una visión menos complaciente de la conquista española y otorgará mayor visibilidad a las reivindicaciones de los movimientos indígenas de América Latina.

En el plano interno, el gobierno surgido de la alianza entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y UP tendrá un camino más accidentado, según los analistas, porque deberá enfrentar obstáculos tan imponentes como el proceso independentista de Cataluña.

Las negociaciones entre el nuevo gobierno y el partido separatista catalán Esquerra Republicana para hallar una solución política al conflicto regional han enfurecido a las formaciones derechistas (Partido Popular, Ciudadanos y Vox), que consideran un acto de alta traición el hecho de que Sánchez dialogue con quienes quieren romper la Constitución y destruir España. Advirtieron que su oposición será férrea. La polarización ideológica y el ascenso de la extrema derecha de Vox contribuirán al aumento de la crispación política en una Legis- latura ya de por sí complicada, tanto por la precaria mayoría parlamentaria del nuevo gobierno como por la necesaria sincronización de socialistas y “podemitas” tras su arribo a La Moncloa.

A ello se suman las críticas de la patronal (empresas y banca), que coincide con la derecha a la hora de tildar de populista el programa de la izquierda por considerar que perjudicará gravemente a la economía española, lo que dificultará la acción del gobierno de Sánchez en este terreno.

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), aseguró en un comunicado que los planes del PSOE y UP se alejan de la ortodoxia económica y advierte que impactarán de forma “muy negativa en la creación de empleo y en el futuro de las empresas”, además de desincentivar cualquier posibilidad de inversión en España.

También la Iglesia española ha mostrado su preocupación por el perfil laico y feminista que caracteriza al nuevo gobierno.

La subida de impuestos a las rentas más altas, la derogación de la reforma laboral, la aprobación de una ley de eutanasia, normativas contra el cambio climático y el impulso a la igualdad de género en clave feminista, son algunos de los puntos del programa que la coalición de izquierdas buscará implementar durante su mandato.

Los propósitos fiscales, laborales, feministas, laicos y medioambientales de Sánchez e Iglesias van a crear en otra coalición de poderes económicos, políticos y mediáticos que están muy incómodos ante estas reformas, subraya el analista político Ignacio Escolar.

“No se van a quedar de brazos cruzados y la resistencia va a ser descomunal. Va a ser la oposición más descarnada de las que hasta ahora hemos conocido en la reciente historia democrática”, agrega el experto.

Frente al profundo descontento del conservadurismo, más de 500 organizaciones sociales y no gubernamentales observan con buenos ojos el programa de la coalición de izquierdas que, aseguran, contribuirá a reducir en España la creciente brecha entre ricos y pobres.

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