Madrid.— En otro giro de la crisis independentista catalana, la Justicia española rechazó ayer la entrega del ex presidente del gobierno de Cataluña Carles Puigdemont en las condiciones acordadas por Alemania, país donde fue detenido en marzo, y retiró la orden europea de arresto contra él.

El juez español Pablo Llarena no aceptó que se extradite al líder independentista a España sólo por malversación de caudales públicos en relación con el referéndum soberanista que impulsó en octubre en Cataluña y no por un delito de rebelión, como reclamaba. Una entrega sólo por malversación supondría que España no podría juzgarlo por rebelión, delito más grave y penado con hasta 30 años de cárcel.

El magistrado del Tribunal Supremo, que investigó la consulta ilegal y procesó por ella a 25 políticos y líderes separatistas, criticó en su auto al tribunal alemán de Schleswig-Holstein, que descartó el delito de rebelión. Lo acusó de “falta de compromiso con unos hechos que pudieran haber quebrantado el orden constitucional español”.

Una portavoz de la Fiscalía del estado alemán de Schleswig-Holstein explicó a dpa que el retiro oficial de la orden europea de detención “significa el cierre del procedimiento de entrega” e implica que puede viajar por todo el mundo excepto España, donde se mantiene la orden de detención contra ellos. La decisión de Llarena fue interpretada como una victoria por el independentismo catalán, que habló de un “nuevo ridículo internacional” del juez español.

Puigdemont aseguró en Twitter que la retirada de la orden de detención europea “es la demostración de la debilidad inmensa de la causa judicial” abierta contra el proceso soberanista catalán.

Según su abogado belga, Paul Bekaert, Puigdemont volverá la próxima semana a Bélgica, el primer país al que se dirigió el ex dirigente catalán tras ser destituido por Madrid a raíz de sus planes independentistas. En una de sus salidas de Bélgica, en el mes de marzo, fue detenido en Alemania en virtud de la euroorden de detención cursada por el juez Llarena.

Además de dejar sin efecto la euroorden de arresto contra Puigdemont, Llarena retiró también las cursadas contra otros cinco políticos independentistas investigados por la Justicia que salieron en su momento de España para evitar ser detenidos. Tres de ellos, Antonio Comin, Luis Puig y Meritxell Serret, permanecen en Bélgica, mientras que Marta Rovira se encuentra en Suiza y Clara Ponsatí, en Escocia.“Es una muy buena noticia que haya sido retirado el pedido de entrega contra Clara Ponsati. Las diferencias políticas deberían ser dirimidas de forma democrática y no a través de las cortes penales. Esperemos que se le permita continuar con su vida y seguir honrando a Escocia con su presencia”, tuiteó la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon.

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