San José.— El pugilato sin cuadrilátero entre los presidentes del gobierno de España, el izquierdista Pedro Sánchez, y el de Argentina, el ultraderechista Javier Milei, pareció mostrar más que una pugna de fuerzas ideológicas antagónicas y evidenciar una realidad de la izquierda española: doble moral hacia América Latina y el Caribe.
Incondicional de Sánchez, la izquierda española se lanzó intensa y repetidamente en 2023 y 2024 en contra de Milei y de sus planes económicos ultraliberales. En contraste, la izquierda española trató con guante de seda a los regímenes de izquierda o comunistas de Cuba, Venezuela y Nicaragua y calló este y otros años ante reiteradas denuncias de que los tres atizaron la represión política, cometieron atrocidades y violaron los derechos humanos. “Sánchez ve a Milei como amenaza a la democracia y hace silencio cómplice con los presidentes Miguel Díaz-Canel, de Cuba; Daniel Ortega, de Nicaragua, y Nicolás Maduro, de Venezuela. Este doble estándar hace que Sánchez pierda más seriedad aún”, afirmó el politólogo argentino Leandro Querido, presidente de Transparencia Electoral, organismo no estatal de Argentina que promociona la democracia en América.
“¿Por qué Sánchez sólo ve amenaza a la democracia en Argentina? ¿Por qué no ha sido más enfático al pedir observación internacional y garantías en las elecciones de Venezuela? Esta doble vara hace que sus posiciones no sean consideradas honestas políticamente”, dijo Querido a EL UNIVERSAL. “Sánchez ha sobreactuado una confrontación con Milei. No creo que se haya beneficiado. Por el contrario. Ha subestimado a Milei”, aseveró.
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“Es penoso que la izquierda española ataque con tanta vehemencia a Milei”, aseguró el abogado y diplomático panameño Guillermo Cochez, exembajador de Panamá en la Organización de los Estados Americanos (OEA). “Él fue electo democráticamente. Nadie discute eso. Pero el gobierno español guarda silencio frente al abuso de los derechos humanos en Cuba, Nicaragua y Venezuela. Y ninguno en esos países ha sido electo democráticamente”, describió Cochez a este diario. “Ni Ortega, que eliminó a sus opositores, ni Maduro, que usurpa el poder, y mucho menos Díaz-Canel. Esta doble moral que tiene un país como España bajo un gobierno socialista no es apoyo a la democracia, como ha sido la historia del pueblo español”, destacó.
A consulta de este periódico, el abogado y politólogo cubano Roberto Viega, del equipo coordinador en España de DFrente, organización disidente en Cuba, planteó que “la solución estaría en retomar [en España] una política democrática, con estrategia sólidas y agendas efectivas. Pero las fuerzas democráticas parecen empeñadas más bien en sobrevivir”.
El gobernante e izquierdista Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el derechista Partido Popular, el principal de la oposición, y las agrupaciones democráticas de Europa occidental “carecen de estrategia y de política hacia América Latina”, agregó. “En España, a veces el PP hace amagos de interés por América Latina, pero para aprovechar el vacío del PSOE en ese sentido y hacerle oposición interna. No más”, relató.
España defendió ser la puerta de América Latina y el Caribe a Europa y su política con el área, como uno de los principales inversores extrarregionales. Los nexos de España con la zona sufrieron altibajos en el último quinquenio por motivos políticos, culturales y económicos.
El choque Milei-Sánchez se exacerbó por el viaje, el pasado viernes, del argentino a España, en otro capítulo de 2024 de las pugnas entre Madrid y Buenos Aires y de los pleitos de ambos que surgieron en 2023. Sánchez inició la guerra en noviembre, con Milei favorito para ganar, el 19 de ese mes, los comicios presidenciales de Argentina, lo cual logró al vencer al economista izquierdista oficialista Sergio Massa. Sánchez apoyó a Massa y nunca felicitó a Milei.
La bronca escaló porque, el 4 de mayo, el ministro español de Transportes, Óscar Puente, dejó entrever que Milei usaría drogas o “sustancias”. España tampoco se disculpó. Argentina repudió a Puente y culpó a la española Begoña Gómez, esposa de Sánchez, de “corrupción”. Sin éxito, España exigió disculpas a Milei.
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En un primer viaje como presidente en mayo a Madrid a una cita del opositor y derechista Vox, de España, Milei fustigó a Sánchez por la supuesta corrupción de su esposa. España retiró a su embajadora en Argentina, María Alonso. Milei definió ese acto como “disparate” de un socialista “fatalmente arrogante” y “cobarde”. Al fustigar a Sánchez y a Gómez (la esposa), atacó al socialismo. “Si los socialistas entendieran de economía no serían socialistas, parece que una de las excepciones a la regla la tienen ustedes con el señor Sánchez que evidentemente a pesar de haber estudiado economía (…) no entendió”, dijo.
En respuesta, la vicepresidenta del gobierno español, María Montero, condenó el discurso y adujo que fueron “palabras tan destructivas”.