El escándalo sexual de Roy Moore, el candidato republicano al Senado por Alabama, escaló ayer con la aparición de una nueva víctima del ex juez, hasta el punto de crear una fractura total en el liderazgo del Partido Republicano en Washington.

Beverly Young Nelson, una mujer de 56 años, denunció ayer supuestos abusos y acoso sexual cometidos por Moore cuando era abogado público y tenía poco más de 30 años; ella era una camarera de 16 años que trabajaba en un restaurante que él frecuentaba.

Según su relato, Moore se ofreció a llevarla en coche a su casa tras el trabajo, pero en lugar de eso se estacionó detrás del local y le tocó los pechos tras encerrarla en el vehículo. “Pensé que me iba a violar”, dijo Nelson entre sollozos. Para evitar que su denuncia sea considerada partidista, Nelson aseguró que tanto ella como su marido votaron por Donald Trump. “No tiene nada que ver con republicanos o demócratas. Sólo tiene que ver con el asalto del señor Moore cuando era una adolescente”, añadió.

Ella fue la quinta mujer en denunciar abusos del septuagenario republicano, escándalo destapado la semana pasada por el Washington Post, rotativo que informó los primeros cuatro casos de Moore aprovechándose de adolescentes en la década de 1970.

Este testimonio fue la guinda del pastel en un día en el que el liderazgo republicano, tras un fin de semana de reflexión, decidió cortar todos los lazos con Moore y pedir de forma explícita que renuncie a la carrera por el Senado.

“Creo que debería apartarse”, sentenció el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell; una opinión compartida por la mayoría del grupo conservador en la Cámara Alta, que podrían tener a Moore como colega de bancada si vence en las elecciones del próximo 12 de diciembre.

Moore respondió que si alguien tiene que abandonar su puesto ese es McConnell, por “fallar a los conservadores”. Durante el fin de semana calificó las acusaciones de fake news y de un intento desesperado de sus contrincantes por acabar con su carrera política.

Trump, aprovechando la gira asiática, se ha mantenido al margen, pero la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que el magnate “cree que no se puede permitir que una alegación de hace tantos años pueda destrozar la vida de una persona (…) pero si es verdad, debe apartarse”.

En tanto, una sexta mujer denunció que el ex presidente George H.W.Bush le hizo tocamientos impropios hace algo más de una década. El portavoz de Bush padre, como en las denuncias anteriores, presentó “disculpas” por cualquier “ofensa” que pudiera haber hecho.

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