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Jerusalén.— La tensión entre israelíes y palestinos escaló ayer a niveles alarmantes. Milicianos del grupo islamista Hamas lanzaron decenas de cohetes contra Israel, incluyendo una andanada que encendió las sirenas en Jerusalén, y el gobierno de Benjamín Netayanhu respondió con una gran ofensiva. El saldo de la jornada es de al menos 20 palestinos muertos, incluyendo nueve niños, y cientos de heridos.
Hamas lanzó los misiles después de que unos 300 palestinos resultaron heridos en enfrentamientos con policías israelíes en la Explanada de las Mezquitas. La reacción israelí no se hizo esperar en la Franja de Gaza, a donde lanzó una andanada de cohetes. Se trata de uno de los días más sangrientos de los últimos años en la batalla entre los acérrimos enemigos. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió que los disparos palestinos cruzaron la línea roja, mientras seguían sonando las alarmas antiaéreas en distintas partes de Israel: “Estamos en una lucha que se ha extendido a varios frentes, Jerusalén, Gaza y otras partes del país”, dijo Netanyahu, y advirtió que Israel “responderá con fuerza”.
De acuerdo con las fuerzas israelíes, más de 50 misiles fueron disparados hacia Israel en la tarde. Seis misiles fueron disparados hacia Jerusalén en lo que se presume es el primer ataque de su tipo contra la ciudad desde una guerra de 2014.
Las fuerzas militares israelíes señalaron que baterías lanzamisiles y ocho militantes habían sido alcanzados por el ataque.
De los 20 fallecidos en Gaza, además de un comandante de Hamas, perdieron la vida al menos siete integrantes de una familia, entre ellos tres niños, en una explosión en el poblado de Beit Hanoun, en el norte. No estaba claro si la explosión fue causada por un ataque aéreo o por un misil errante.
Ashraf al-Masri, un miembro de la familia, dijo que se registró una explosión afuera de la casa: “No sabemos de dónde vino”, lamentó. “Estamos tratando de enterrar a los niños, pero la situación es difícil en Beit Hanoun y tenemos miedo de salir de nuestras casas”, dijo.
Abu Obeida, portavoz del brazo militar de Hamas, advirtió que habrá más ataques si se llevan a cabo los deshaucios.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, instó tanto a Israel como a los palestinos a reducir las tensiones y enfrentamientos y exhortó a que Hamas suspenda inmediatamente el lanzamiento de cohetes contra el territorio hebreo.
Sin embargo, Washington evitó la aprobación de una declaración conjunta del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que se reunió de urgencia para evaluar la violencia. De acuerdo con diplomáticos, Estados Unidos consideró que “por ahora no es oportuno lanzar un mensaje público”.