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Washington.— La escalada de tensión entre el gobierno de Estados Unidos y los medios de comunicación vivió ayer un nuevo episodio después de que CNN denunciara al presidente, Donald Trump, y a cinco miembros de su equipo por vetar el acceso a la Casa Blanca a uno de sus periodistas tras enfrentarse al mandatario. La administración tachó de “fanfarroneo” la medida.
“CNN presentó una demanda en contra de la administración Trump esta mañana [del martes] en una corte del Distrito de Columbia”, explicó la cadena de noticias en un comunicado.
La acción judicial busca que el gobierno devuelva al corresponsal jefe de la CNN en la Casa Blanca, Jim Acosta, la acreditación permanente que le fue retirada la semana pasada tras una tensa rueda de prensa en la que el periodista se encaró con Trump. “La ilícita revocación de esta credencial viola los derechos de CNN y de Acosta recogidos en la Primera Enmienda [de la Constitución] sobre la libertad de prensa y en la Quinta Enmienda, sobre el debido proceso”, se lee en el documento.
La denuncia incluye, además, a cinco integrantes del equipo del presidente: el jefe de Gabinete, John Kelly; la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders; el jefe adjunto de Comunicación, Bill Shine; el director del Servicio Secreto, Joseph Clancy; y a un agente del mismo, identificado con el seudónimo John Doe (Juan Nadie).
En un comunicado, Sanders respondió que “esto es más fanfarroneo de CNN y vamos a defendernos de manera vigorosa contra esta demanda”. Agregó que “la primera enmienda no es bien servida cuando un solo reportero, de más de mil 560 presentes, intenta monopolizar el escenario”.
En su primera explicación sobre esta extraordinaria medida, Sanders dijo que la decisión se tomó debido a la “agresión física” por parte de Acosta contra la asistente que buscaba retirarle el micrófono de las manos, e incluso mostró un video, criticado después por haber sido editado, pero ayer dijo que el retiro de la credencial fue resultado de la actitud del periodista.
“Después que el señor Acosta hizo dos preguntas al presidente, cada una de las cuales respondió, él [Acosta] se rehusó físicamente a entregar el micrófono a la asistente de la Casa Blanca, de manera que otros reporteros pudieran hacer sus preguntas”, dijo.
A raíz de este enfrentamiento, un miembro del Servicio Secreto le reclamó al periodista su credencial al abandonar el edificio. El gobierno sostiene que no puede “celebrar ruedas de prensa ordenadas” cuando un periodista se comporta de una forma que no es “ni apropiada ni profesional”.
La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA) ha expresado su “apoyo” a CNN y acusó a Trump de querer “elegir arbitrariamente” a los periodistas que lo cubren. “Retirarle [a Acosta] el acceso al complejo de la Casa Blanca supone una reacción desproporcionada a los hechos del pasado miércoles. Continuamos instando a la administración a dar marcha atrás y a volver a aceptar al corresponsal de CNN”, exigió la asociación.