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Ginebra/Berlín.— El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió ayer que “el riesgo de volver al confinamiento es muy real” en los países que actualmente están aliviando sus medidas de distanciamiento social si no se lleva a cabo una adecuada gestión de la desescalada.
El riesgo existe “sobre todo si los países no consiguen gestionar con sumo cuidado la transición y no lo hacen utilizando un enfoque por fases”, alertó. La enfermedad supera los 3.7 millones de casos y las 262 mil muertes, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.
La OMS insistió en que durante la fase de desconfinamiento debe garantizarse que los contagios están controlados, que el sistema sanitario puede afrontar la transición, que está minimizado el riesgo de rebrotes y que se han tomado medidas preventivas en escuelas y lugares de trabajo.
La organización también pidió que antes de aplicar medidas de alivio de cuarentena debe garantizarse que hay una adecuada gestión de los posibles casos importados y que la opinión pública está bien informada. Tedros insistió en que no pueden descartarse futuras oleadas del coronavirus.
Mantiene grupo de crisis
En Estados Unidos, el presidente Donald Trump dio marcha atrás a su plan para desmantelar el equipo de trabajo contra el coronavirus y lo mantendrá “indefinidamente”, mientras admitió que la pandemia ha sido peor que los ataques del 11-S o el de Pearl Harbor.
El mandatario agregó que el equipo también se centrará mucho en “las vacunas y los tratamientos terapéuticos”. Sobre la reapertura, la doctora Caitlin Rivers, epidemióloga de la Universidad Johns Hopkins, aseguró que ningún estado reúne los requisitos estipulados por la Casa Blanca para reabrir.
En Europa, Alemania dio un paso adelante con la reapertura de todos los comercios y escuelas y la vuelta del futbol profesional en mayo. También, el gobierno holandés anunció que autorizará la reapertura de cines, teatros, restaurantes, museos e instituciones culturales a partir del 1 de junio, aunque se necesitará reserva y se limitará el número de visitantes a 30, incluyendo el personal.
En Brasil, Otavio Rego Barros, portavoz de la presidencia, dio positivo a coronavirus.
